Por Kevin Grunbaum y Leonardo García
Desde el 15 de febrero de 1972 la Argentina y China mantienen relaciones diplomáticas que han crecido a lo largo del tiempo. La expansión del gigante asiático a nivel mundial ha incrementado los contactos entre Pekín y Buenos Aires, especialmente en los últimos 12 años desde que el por entonces presidente Hu Jintao visitó nuestro país en 2004.
La visita del actual presidente de la República Popular China, Xi Jinping, a nuestro país en la última semana ha dejado en evidencia la búsqueda de la profundización de las relaciones diplomáticas entre ambos países a la hora de acordar diferentes intereses mutuos que ambos representan: mayor equilibrio comercial, aumento en la inversión directa entre ambos países, trabajos de logística compartida y una amplia profundización cultural.
El primer acuerdo económico entre ambos países se dio en 1980 en relación a una cooperación económica. Desde entonces hasta finales 1999, China tenía 25 empresas de capital exclusivo o mixto en Argentina con un total de inversión de 12,1 millones de dólares dedicados a la producción y el procesamiento, a la explotación de recursos naturales, la agricultura, la ganadería, la piscicultura y el comercio de importación y exportación.
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Cristina Fernández de Kirchner y su par Xi Jinping[/caption]
Luego de la crisis de comienzos de siglo, la economía argentina comenzó su reactivación en 2002 cuando China se convirtió en el primer cliente argentino a la hora de comprar soja, aceite y harinas derivadas. El país oriental demandaba el 30% del consumo de soja a nivel mundial. En aquel momento, la compra de estos productos fue vital para nuestro país, ya que el impuesto a las exportaciones era necesario para mantener el superávit fiscal que el FMI exigía. Además, el ingreso de dólares era indispensable para mantener la estabilidad cambiaria luego de la crisis. En este periodo China gastó 1.195 millones de dólares sólo en granos de soja argentina.
La relación bilateral entre Pekín y Buenos Aires tuvo un punto de encuentro clave en 2004, cuando el entonces presidente Hu Jintao se reunió con Néstor Kirchner en vista de construir acuerdos de cooperación entre ambas naciones a razón de una inversión del país asiático en la Argentina por 20.000 millones de dólares. El encuentro se trazó alrededor de cinco temas de interés mutuo: materia de cooperación espacial, turismo, actividades ferroviarias, educación y complementación económica y comercial en búsqueda de consolidar una alianza estratégica, tal como lo afirmó el por entonces mandatario argentino. Sin embargo, finalmente muchas de estas promesas no fueron trabajadas.
En el año 2013, ya se había intentado un acuerdo entre ambos países con el objetivo de financiar la construcción de represas hidroeléctricas en Santa Cruz. Sin embargo, debido a que la Argentina no logró contratar una aseguradora en China- requisito necesario para la obtención de un crédito del banco de desarrollo chino- los 4.700 millones de dólares que iban a ser destinados a la construcción de las represas no llegaron al país. De todas formas, dentro de los temas de las reuniones de la semana pasada entre ambos mandatarios volvió a surgir el crédito y la ayuda para la construcción de las represas. El 17 de Julio la presidenta aprobó mediante un
decreto un acuerdo por más de 4.700 millones de dólares para la financiacion las represas.
La nueva visita de un presidente chino a la Argentina con el objetivo de profundizar las relaciones con este país intentará, entre otras cosas, aumentar el peso de China en la economía nacional. Después de todo, a partir del año 2010 nuestro país exportó más a Asia que a Europa. No obstante, el mayor producto exportado a China continúan siendo semillas y frutos y no productos manufacturados. En 2010 el 70% de las exportaciones Argentinas a China provenían de este rubro.
Como podemos ver en el cuadro elaborado según los números del
INDEC, el peso del gigante asiático en las exportaciones de nuestro país creció exponencialmente a partir del 2003. Su pico de peso fue en 2007 cuando llegó a representar el 9% de las importaciones Argentinas. El hecho de que el peso de China en las exportaciones haya disminuido no tiene relación directa con el monto de las exportaciones (que fue en aumento) sino con la demanda por parte de este país a la Argentina.
En la actualidad, el peso de China en la economía mundial va en aumento, no sólo en base a sus exportaciones, sino también su poder de compra. El gigante asiático está camino a convertirse en el mayor comprador y vendedor del mundo. Por lo tanto, la visita del presidente Xi Jinping debe ser vista como un paso necesario de cara al futuro de las relaciones comerciales argentinas con el mundo.
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Fuente INDEC:
http://www.opex.sig.indec.gov.ar/comex/index.php?pagina=mapa_dinamico[/caption]
