29.07.2014 - 21:07 /

¿Qué se dice sobre los efectos de la disputa con los Buitres?

Análisis económico - Por Hernán Letcher y Julia Strada | Derrumbe del consumo y de la inversión, y desde ya, aislamiento de los mercados, son las frases que inspiran ríos de tinta de la prensa gráfica. Sin embargo, la economía argentina no tendrá ninguna debacle ni se nos “acabará el mundo”. ¿Por qué?


Por Hernán Letcher y Julia Strada


Derrumbe del consumo y de la inversión, y desde ya, aislamiento de los mercados, son las frases que inspiran ríos de tinta de la prensa gráfica y encendidos comentarios televisivos por parte de los gurúes del establishment. En estos días se ha especulado mucho sobre qué pasará el miércoles 30 de julio y sobre los efectos de un eventual default. Los sectores concentrados tienen una estrategia muy clara: generar incertidumbre en relación a un posible default, y por transición, producir efectos negativos a partir de asentar expectativas dudosas sobre la estabilidad económica nacional.

Lo cierto es que la economía argentina no tendrá ninguna debacle ni se nos “acabará el mundo”. Nuestro país ha crecido desde 2003 sobre todo con ahorro interno, sin dependencia de financiamiento externo, desendeudándose y ordenando cada uno de los frentes abiertos. De hecho, hasta hace pocas horas, la Argentina tenía pendiente de regularización la deuda con el Club de Paris. ¿Cuál es la diferencia ahora?
En todo caso las preocupaciones están dirigidas a:

• Sostener con firmeza la estrategia argentina en relación al conflicto con los fondos buitres. En esta línea, ¿Griesa embargará efectivamente los fondos depositados por Argentina en el Bank of New York? ¿Está dispuesto a recorrer ese camino desconocido, asumiendo incluso los costos que derivan de ello? Sus últimas intervenciones en las audiencias y también los cuestionamientos de reconocidos medios norteamericanos a sus posturas, lo han dejado en off side, dado que difícilmente se esperaba la firmeza y contundencia argumentativa de la posición argentina. Esto no es casual. La pelota sigue aun de su lado y evidentemente este juez –como representante del sistema financiero hegemónico- está acostumbrado a explotar su lugar de privilegio judicial más que a encontrar soluciones en conflictos complejos. La no abdicación de la Argentina a sus presiones lo incomodan.

• Si las variables económicas no se ajustan a una situación caótica de manera natural, es esperable que los agoreros de la derrota argentina impulsen operaciones económico-mediáticas que actúen como profecías autocumplidas. Ser particularmente cuidadosos de tales cuestiones resulta imprescindible en este momento.

• Sostener la política oficial orientada a impulsar la inversión de manera de no afectar o encarecer créditos a las empresas, haciendo aún más evidente la intención de pago de la Argentina. Muchos países encuentran particularmente llamativa la condena al default a un país que dijo que quiere pagar, que tiene con qué pagar y que efectivamente pagó. Es importante apuntalar estas relaciones. En este sentido, resulta estratégico avanzar en los acuerdos y posibles financiamientos con China, Rusia y los BRICS en general.

• Organizar el apoyo internacional para que las intenciones se conviertan en hechos concretos: políticas de regulación del negocio financiero, condicionamiento a los paraísos fiscales, acuerdo sobres reestructuraciones futuras, organismos de financiamiento vinculados a la valorización productiva.

• Si para algunos no ha quedado claro, la Argentina no va a endeudarse para pagar deuda. La ruptura con la economía de “casino” que funcionó entre 1976 y 2001 es el pilar del actual modelo de acumulación nacional. Apuntalamiento al capital productivo y distribución del ingreso son los objetivos que se han puesto por delante de las ganancias especulativas. Hoy CFK se encuentra dos o tres pasos adelante y aquellos que ansían verla condicionada se olvidan que la presidenta ha encontrado en cada situación de tensión el escenario necesario para profundizar la política de inclusión. Si extorsionan con el ajuste, van a encontrarse nuevamente con el camino inverso.

* Centro de Economia politica Argentina (CEPA)