29.09.2014 - 14:09 /

Con el eje en el terrorismo


“Aunque la agenda oficial a tratar se estructuraba en torno a tres asuntos que preocupan a la comunidad internacional, como el terrorismo, el cambio climático y la lucha contra la proliferación del Ebola, bien se puede afirmar que las declaraciones en torno a la guerra contra el Estado Islámico tuvieron más repercusión en los medios mundiales, relegando a un segundo plano las otras dos temáticas”.

Estados Unidos fija la agenda, y en este sentido, las declaraciones que importan son las que benefician la expedición occidental en Medio Oriente otra vez. Sin embargo, las repercusiones en torno de las declaraciones de la Presidente Cristina Fernández de Kirchner no han pasado desapercibidas. Párrafo aparte merece la encendida retórica de la mandataria en el foro internacional.

Estados Unidos necesitaba demostrar que esta no es otra incursión intervencionista como las de Afganistán, Irak o Libia, por ellos necesita el respaldo de las naciones árabes del Golfo Pérsico. La estrategia busca disuadir a la opinión pública en general y a los aliados europeos en particular, que han convenido la participación en las maniobras para desarticular al Estado Islámico pero han restringido su participación a las posiciones que ocupan los jihadistas en Irak.

En declaraciones hechas el pasado miércoles en la Asamblea General de la ONU, realizada entre el 24 y el 30 del corriente en la Ciudad de New York, Obama resaltó que la solución definitiva a la guerra civil en Siria debe ser “política”, ya que “debe incluir las legítimas aspiraciones de todos los ciudadanos. De esta manera puso en pie de igualdad la violencia generada por el EI y el régimen de Bashar Al- Assad, destacando la ayuda facilitada, en materia de equipamiento y entrenamiento a la oposición siria, difícil de identificar en medio de los conflictos que se desarrollan actualmente en Siria.

La situación de Estados Unidos en Siria es, por lo menos, incómoda. La administración de Obama se ha negado repetidas veces a articular los ataques con el régimen Sirio de Bashar Al-Assad. A EEUU le es fácil irrumpir en este territorio dando apenas un aviso a las autoridades del gobierno, como sucedió el lunes por la madrugada, cuando se registraron los primeros bombardeos. Sin embargo, necesita de la legitimidad que le provee la presencia de aliados musulmanes en esta operación. A pesar de las sospechas que sobrevuelan sobre los reinos que conforman la coalición, que acusan de colaboracionismo en diversos grados con los jihadistas del EI. EEUU está contribuyendo a destruir al enemigo interno más poderoso que enfrenta el régimen de Al- Assad, lo que incomoda. ¿Cómo hará Obama para denigrar y destruir al EI sin beneficiar al gobierno de Damasco? en una primera instancia, cuando se especuló con una alianza superadora de las diferencias entre ambos jefes de estado, la opción fue deliberadamente descartada por la Casa Blanca.

Por su parte, el discurso de Cristina Kirchner en el Consejo de seguridad como miembro no-permanente criticó el poder de veto de los miembros permanentes del Consejo y apuntó contra el plan impulsado por EEUU para derrotar al EI. Señaló que hay que revisar el “método” con el que se busca combatir el terrorismo, y en la necesidad de dejar de “alimentar al monstruo”.

(*) La autora es coeditora del blog Mundo Saigón.