01.10.2014 - 12:10 /

Las víctimas de la guerra colombiana


Una guerra se lleva puesto todo. El enfrentamiento entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC), desde hace más de cincuenta años, no sólo provocó bajas en ambos bandos, sino que perjudicó a una gran parte vulnerable de la sociedad colombiana. “Las víctimas del conflicto son en su mayoría civiles inocentes”, denuncia Claudia Quintero, fundadora de la ONG Anne Frank, entidad conformada por víctimas directas del conflicto armado y defensores de derechos humanos. Quintero, al igual que muchos militantes políticos de izquierda, debió exiliarse por la persecución de las fuerzas paramilitares que actúan en Colombia. Actualmente se encuentra en su país trabajando junto a víctimas de la guerra.
Los grupos paramilitares son grupos delincuenciales rearmados que se dedican a la extorsión, el narcotráfico y la trata de personas. Fueron conformados como escuadrones de la muerte para la lucha anticomunista y antiguerrillera. Hoy son mercenarios que imponen sus leyes en los pueblos abandonados, ya que el Estado se dedicó a la lucha contra las guerrillas y no los combate eficientemente”, explica Quintero.
[caption id="attachment_12598" align="aligncenter" width="600"] José Benito Cabrera, alias “Fabián Ramírez”, jefe del Bloque Sur de las FARC, se incorporó a las negociaciones de paz que ese grupo sostiene con el Gobierno colombiano en Cuba.[/caption]

Álvaro Uribe, expresidente colombiano, enfrenta actualmente un debate en el Parlamento acusado de haber sido parte de un grupo paramilitar y, luego, en su presidencia, protegerlos. El Senador que lo acusa es Iván Cepeda, hijo de Manuel Cepeda Vargas, un ex político de la Unión Patriótica que fue asesinado por paramilitares en el año 1994. La presidencia del derechista Uribe se caracterizó por acentuar en enfrentamiento militar con la guerrilla. En las últimas elecciones, a mediados de este año, Oscar Zuluaga, su delfín político, realizó su campaña en torno a la demolición de los diálogos de paz que se están realizando con las FARC. De todas maneras fue reelecto Juan Manuel Santos, primer presidente en reconocer, en el año 2011, que había un conflicto con el grupo armado, para luego, en el 2012, iniciar las negociaciones. “Las víctimas desean descansar de la guerra que tanto les hizo sufrir. Con la firma del acuerdo se viene una reforma agraria. La solución al conflicto debe darse por la tierra, ya que la guerra se da por ella, y los desplazados deberían poder volver a sus parcelas”, expresa Quintero.

“El conflicto colombiano está degradado, deshumanizado. Los campesinos están empobrecidos y sin tierras, y los militantes de izquierda tienen persecuciones y encarcelamientos debido a la estigmatización”, denuncia Quintero. El Centro Nacional de Memoria Histórica cifró en 220 mil la cantidad de muertos, cinco millones de desplazados y 25 mil desaparecidos desde 1958, año de inicio del conflicto. En Cuba continúan las conversaciones para avanzar en la desmilitarización del grupo opositor, que hasta ahora desembocaron en un acuerdo agrario que “crea condiciones de bienestar para la población rural”, otro acuerdo sobre la representación política para “ampliar y cualificar la democracia”, y un último para reemplazar los cultivos ilícitos y del narcotráfico.

(*) El autor es coeditor del blog Mundo Saigón.