09.10.2014 - 14:10 /

Mayra Mendoza: "Al consumidor hay que ayudarlo y acompañarlo, no meterlo preso"


Por Mayra Mendoza


La Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), que dirige Juan Carlos Molina, envió a la Cámara de Diputados un proyecto de ley que tiene como objetivo terminar con la criminalización del consumidor de drogas. Digo mejor: del consumidor más vulnerable, que en los hechos es el único penalizado por el actual sistema legal.

[caption id="attachment_13031" align="aligncenter" width="600"] Mayra Mendoza en el escenario del último acto de "La Cámpora" en Argentinos Juniors[/caption]

La Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), que dirige Juan Carlos Molina, envió a la Cámara de Diputados un proyecto de ley que tiene como objetivo terminar con la criminalización del consumidor de drogas. Digo mejor: del consumidor más vulnerable, que en los hechos es el único penalizado por el actual sistema legal.

Después de la difusión del proyecto, diferentes análisis malintencionados de dirigentes opositores y de los medios hegemónicos buscaron tapar con tergiversaciones lo que es una obviedad: que la actual legislación condena a la cárcel a los consumidores de drogas que viven en los barrios más pobres. Esa misma legislación fue objetada por la propia Corte Suprema de Justicia.

¿Qué dice el proyecto en cuestión? Propone modificar tres artículos de la actual ley de Drogas (23.737) para, entre otras cosas, adecuar la legislación existente al "fallo Arriola", con el que la Corte Suprema determinó la inconstitucionalidad de la persecución penal de quien consume droga sin perjudicar a terceros. De hecho, hoy los jueces están obligados a dejar en libertad a los consumidores. Por supuesto, los más vulnerables no tienen las mismas herramientas legales que otros sectores sociales, lo que los expone al atropello policial y la persecución penal. Así las cosas, las cárceles argentinas están repletas de jóvenes pobres que fueron encarcelados por consumir, lo que además de ser una aberración en términos de política sanitaria es un acto ilegal.

Pero hay más. El Estado gasta actualmente entre 5000 y 7000 pesos por cada expediente que le inicia a un consumidor. ¿No tiene más sentido destinar esos fondos para una política de prevención y/o promoción de la salud?

Por eso creemos que sí es necesario dar este debate ahora y como siempre lo hemos hecho, de cara a la sociedad argentina. Porque no podemos seguir tolerando que nuestros chicos destruyan sus vidas en adicciones a la droga o al alcohol, y que la única respuesta del Estado sea la persecución policial y penal.

Por eso celebramos que mientras se da este debate la SEDRONAR esté trabajando, en articulación con ministerios nacionales, en el programa "Recuperar Inclusión" que consiste en la creación de 150 centros destinados para la prevención y 60 para la asistencia a personas con problemas de adicción. El 24 de septiembre pasado ya se inauguró la primera Casa Educativa Terapéutica en la provincia de Santa Fe.

Desde 2003, estamos construyendo entre todos un Estado que piensa en la inclusión de nuestros jóvenes, desde una mirada integral, que incluye la educación, la salud y por supuesto el trabajo. La última política en este sentido es el plan PROGRESAR para los jóvenes que no tienen trabajo o tienen uno precario y que no pudieron concluir sus estudios. Ese programa acompaña ya a casi 500 mil jóvenes entre 18 y 24 años. La inclusión es el único camino para sacar a nuestros pibes del infierno de las drogas.

Durante mucho tiempo, y desde muchos ámbitos sociales, se estigmatizó a nuestros jóvenes de los barrios populares, asociándolos con la droga (¿los jóvenes de clase alta no consumen droga?) y la delincuencia. El correlato de ese estigma fue la discriminación social y el atropello policial y judicial.

Sabemos que falta mucho pero también somos conscientes de todo lo que ha cambiado en estos 11 años de transformaciones y soluciones para el pueblo, que ha tenido como pilares la inclusión y la justicia social. Es el momento que entre todos (¡el Estado en primer lugar!) acompañemos a nuestros pibes a cumplir sus sueños. Hay que extender los brazos y esperarlos.

* Militante de la Organización "La Cámpora"