22.10.2014 - 15:10 /

Kobane recibe ayuda


Turquía permitirá el paso de los peshmerga desde Kudistan Irakí por medio de la frontera turca. Por su parte, Estados Unidos habría acordado el lanzamiento aéreo de municiones y suministros a las milicias que resisten el asedio del Estado Islámico hace un mes.



Parece que la sostenida resistencia de los kurdos sirios en Kobane ha despertado a la Coalición liderada por Washington. Hace semanas que la ciudad siria está resistiendo el asedio de los combatientes del Estado Islámico a los ojos de la comunidad internacional. Hace más de 2 meses que EEUU decidió intervenir en Irak con ataques aéreos, y desde el 22 de septiembre los extendió a las posiciones jihadistas en Siria.

Pasado el primer bimestre, y con la amenaza de extender el califato hacia la ciudad de Kobane, cabe preguntarse acerca de la efectividad de la estrategia impulsada por Obama para “Degradar y Destruir” al Estado Islámico.

Surge un cúmulo de interrogantes que hacen más ruido a medida que la crisis en Kobane se extiende. Empiezan a sonar las sirenas de alarma en la población local. Se confirmarían entonces las teorías que sostienen que esta intervención, maquillada por la idea de coalición, no es más de lo mismo conforme la política norteamericana hacia la región.

Kobane es la evidencia. Kobane resiste sólo gracias a la capacidad de su población. Turquía, miembro de la OTAN y aliado estratégico en este conflicto, tuvo que ceder a la presión de Washington para abrir la frontera y permitir el paso de los peshmergas provenientes de Irak.



Ahora bien, luego de un mes de combates en Kobane, la ayuda recién fue enviada este lunes. Entonces cabe preguntarse: ¿Por qué la expulsión de los yazidis en el norte de Irak despertó inmediatamente la declaración de Washington y el anunció de Obama? ¿Por qué los kurdos de la ciudad de Kobane no tienen el mismo status ante la ofensiva del EI?

La realidad Siria es muy diferente. Hay que recordar que Bashar Al-Assad nunca dejo de ser un problema para Washington. Hay que considerar la teoría que sostiene que la intervención norteamericana en Siria tiene como fin último debilitar a Bashar Al-Assad, precipitando su caída. No se puede ignorar que el amplio arco de la coalición está conformado por países muy comprometidos con este objetivo.

A su vez, el conflicto interno que libra Turquía con los kurdos está inclinando la balanza a favor de los jihadistas. Tal vez por lo burdo, por lo grosero de la entrega de Kobane, es que han cambiado de estrategia. Pero no se puede ignorar que la relación del Gobierno de Ankara con los kurdos no está exenta de matices. Basta recordar que los lazos entre los kurdos turcos y los sirios, quienes los consideran hermanos. Basta recordar que el partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) es considerada una organización terrorista por EEUU y Turquía. Y son los lazos entre el PKK y los combatientes de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG) lo que mantiene reacio a Recep Tayyip Erdogan a intervenir en Kobane.

Los objetivos particulares de Turquía se revelan: el debilitamiento de las regiones autónomas en manos de los kurdos es el primer paso, y para eso el EI es un aliado incómodo aunque efectivo.

* La autora es coeditora de Mundo Saigón.