28.10.2014 - 13:10 /

¿Que estuvo en juego en Brasil?: el cuadrilátero Estados Unidos, Cuba, Brasil y Argentina


Existen tres libros necesarios para tener un acercamiento y comprensión del rol que cumple Brasil en la región, la “La formación de los Estados en la cuenca del Plata”; “La formación del Imperio Americano” y “Argentina, Brasil y Estados Unidos” del autor Luiz Alberto Moniz Bandeira. Este autor tiene una mirada compleja y completa del proceso de la Cuenca del Plata y su relación con los imperios británicos y norteamericano, sin dejar de lado la importancia de Cuba y otras naciones. Ahora ¿Qué estuvo en juego en la segunda vuelta en Brasil? Estuvo en juego la último década del Brasil, la disputa de dos proyectos de nación tienen una política exterior diferente, una de alineación a la Alianza del Pacifico (Chile, Perú, Colombia y México) y la otra cercana a fortalecer el Mercosul, UNASUR y CELAC. Pero la primera a su vez asume otros riesgos, el pasado junio India dio por cerrada las negociaciones de la OMC con respecto a las cuestiones agrícolas, con ello, sentencio a la ronda de DOHA.



Sin embargo, se profundizo la intención desde Washington con dos propuestas, necesarias para concretar un área de libre comercio más amplia que el ALCA, la primera es el Tratado de Comercio e Inversiones UE-EUA y la segunda el Acuerdo Transpacífico de Cooperación entre Brunei, Chile, Nueva Zelanda, Singapur, Australia, Malasia, Perú, Vietman, Canadá y México y Estados Unidos. El primer acuerdo sirve para asegurar el mercado europeo y el segundo tiene el mismo sentido y común competidor, China.

Entre Estados Unidos, Rusia y China, a través de sus empresas estatales-privadas pero de carácter trasnacional, existe una competencia por las materias primas del mundo: commodities, petróleo y azúcar y aceites.

En este contexto es que cobra relevancia los resultados en Brasil, la opción del próximo gobierno pone a un paso de conformación de una posible área libre comercio que haría peligrar el proyecto de la CELAC y la UNASUR, principalmente. Por ello el interés chino-ruso y también del Estado argentino porque sería quebrar la alianza económico-político de Suramérica.

La ruptura significaría un cambio de relaciones entre La Habana, Caracas, Brasilia y Buenos Aires, los resultados de esta alianza, en esta primera década, fue que millones de personas dejaron la situación de pobreza e indigencia. Según la CEPAL la pobreza e indigencia en 2002 afectaba a 225 y 99 millones respectivamente; para el año 2012 fue de 167 y 66 millones de personas que experimentaron mejoras en su situación social. Dejaron la pobreza unos 58 millones de personas.



De las 58 millones de personas que salieron de la pobreza, 40 millones corresponden a Brasil que son el equivalente a 14 millones de familias. Esta situación fue acompañada del programa “El Bolsa Familia”, unos u$s 30 per cápita a menores, además de estímulos para los jóvenes puedan capacitarse y finalizar sus estudios. Este programa se adecua a cada realidad social, la selección de las familias se realiza con un “Catastro Único” para programa del gobierno federal; quedan a cargo de los municipios el registro.

Por lo tanto, en los dos proyectos de nación y política exterior lo que está en juego en Brasil se puede mostrar con algunos números:

• Proyecto Neoliberal, el desempleo entre 1992 y 2002 pasó de 6,5% al 11,7%; la presión impositiva (como % del PIB) pasó de 29% a 31%; y se fomento un Mercosul comercial.

• Proyecto PT entre 2002 y 2012 pasó del 12% a 5,4% de desempleo; la presión impositiva creció de 30,1% a 36,3%; y se opto por cambiar y ampliar el carácter comercial del Mercosul, acompaño activamente la creación de la UNASUR y la CELAC.

La CELAC, espacio geopolítico, donde participa la Republica de Cuba, país con el que crecieron 7 veces las exportaciones en dicho periodo. Por otro lado, la desocupación en Brasil en el año 2012 fue del 5,49% que es menor al nivel de inicio de periodo Neoliberal. Ante las acusaciones liberales se evidencia una relación similar con Argentina, la presión impositiva de Brasil fue superior en el periodo 2002-2012 comparado con el periodo neoliberal. Pero la diferencia estuvo en la tasa de desempleo, lo que marca que el Estado brasileño realizo una fuerte redistribución del ingreso. En caso de la economía Argentina sucede lo mismo, lo confirman los datos de la CEPAL. La Argentina pasa de tener una presión impositiva promediando el 19% en el periodo de convertibilidad (1991-2001) tuvo como correlato una desocupación del 25%. En cambio, para el periodo posterior a 2003 la presión impositiva crece, y es uno de las más altas de la región, pero la desocupación descendió al 7,1% (2012). Lo que confirma la importancia que tuvo el Estado en regular los mercados y reducir los niveles de desigualdad social.