04.11.2014 - 14:11 /

La agenda apretada

Análisis - Por Santiago La Froscia | Mientras crecen los rumores sobre la próxima formación de su gabinete, Dilma parece decir "todo a su tiempo". La actividad parlamentaria no cesa y la oposición, por su parte, promete darle "una lucha sin tregua".


Luego de unos días de descanso pos-electoral en Bahía, la presidenta reelecta Dilma Rousseff retomó ayer su actividad en el Palacio de Alvorada, residencia oficial en Brasilia. La agenda oficial se encuentra cargada para los próximos días. A una actividad parlamentaria que tratará temas claves y cuyo desarrollo promete ser conflictivo, se le suman la cumbre del G-20 en Australia y las expectativas y rumores sobre su nuevo gabinete. Sin embargo, a este respecto, Dilma trata de llevar las cosas con calma y no adelantar definiciones.

En el Congreso, se espera el tratamiento de las llamadas "propuestas de enmiendas a la Constitución (PEC)", que estipulan el Presupuesto para la ejecución de las enmiendas parlamentarias y el aumento del Fondo de Participación de los Municipios (FPM). Para que se aprueben estas medidas de la forma que el Gobierno quiere, necesita el apoyo de sus aliados y de algunos díscolos. Las miras están puestas en el PMDB, tanto en la bancada que sigue aliada al PT como aquella que se cambio de bando durante las elecciones. Para intentar lograr los consensos necesarios, dos de los principales portavoces del Gobierno, Aloizo Mercante y Ricardo Berzoini, se juntaron la semana pasada con el presidente de la Cámara de Diputados, Henrique Eduardo Alves del PMDB. Y lo propio harán hoy con el presidente del Senado, también del PMDB, Renan Calheiros.

En cuanto a la conformación del nuevo gabinete, la postura oficial ha sido de "tratar de mantener la calma". Las principales expectativas están puestas sobre el Ministerio de Hacienda y el nuevo equipo económico que reemplazará a Guido Mantenga. Aunque se especula con la posibilidad de una definición en ésta materia antes del viaje a la cumbre del G-20, lo cierto es que hay indicios que Dilma tomará la decisión luego del encuentro en Australia. Algunos han interpretado ésto como un intento de evitar la ruptura abrupta del equipo económico y el sacrificio de uno de sus cuadros políticos, además de mostrar fortaleza política frente a los principales grupos económicos y financieros que reclaman un "cambio inmediato del rumbo económico". Hasta el momento, se han filtrado tres nombres con posibilidades de acceder al ministerio. El presidente de Bradesco, Luiz Carlos Trabuco; el ex-presidente del BC, Henrique Meirelles, y el ex-secretario ejecutivo del Ministerio de Hacienda, Nelson Barbosa. A juzgar por los nombres, lo que parece estar claro es que se ajustarán las clavijas de la ortodoxia.

La oposición


Hoy se producirá el retorno de Aécio Neves al Senado luego de su derrota electoral. Según ha trascendido, en el discurso que dará hoy, se espera que reafirme su postura "la oposición no dará tregua", pero también es probable que trate de disociar al PSDB de las manifestaciones extremistas pro-Golpe de Estado y a favor de la intervención militar. Es que, durante el fin de semana, unas 2500 personas marcharon por el centro de San Pablo con pancartas que decían “Abajo el PT, arriba la Policía Militarizada” e “Impeachment ya”. Cabe destacar que ésta manifestación coincidió con un Congreso Internacional que discutió la importancia de la memoria en la democracia y la re-afirmación de los derechos humanos, con el foco puesto en la transición de la dictadura militar a la democracia.

A dichas manifestaciones, se han sumado las declaraciones del juez del Supremo Tribunal Federal, Gilmar Méndes, quién ayer adhirió a las voces opositoras que presagian una "corte bolivariana". Además, ha caído en el patetismo de reproducir una ofensa contra Lula basada en su supuesta, y nunca comprobada, adicción al alcohol. Vale recordar que dicho juez tiene un conocido récord de fallos favorables a los grandes grupos económicos y financieros, además de ser nombrado en la época de Fernando Henrique Cardoso, líder del PSDB.

Si Dilma pretende cumplir con lo dicho en la campaña, en el horizonte próximo deberá intentar aplicar la norma constitucional que impide la existencia de monopolios y oligopolios en los medios de comunicación, y llevar a cabo la reforma política para terminar con el financiamiento privado en las campañas electorales. Fácil, como ya se sabe, no la tendrá. Pero tampoco la oposición.

* El autor es editor del blog Mundo Saigón.