15.12.2014 - 14:12 /

¿Quién podrá defendernos?

Análisis - Por Gustavo Koenig | ¿Qué tienen en común los candidatos del establishment? ¿Será que pertenecen casi a una misma generación? ¿Será que se los ve muy amigos?




¿Qué tienen en común los candidatos del establishment? ¿Será que pertenecen casi a una misma generación? ¿Será que se los ve muy amigos?
Una tríada de muñecos expresa el objetivo cultural de la derecha argentina. Aplacar las aguas, despolitizar, mandarnos a dormir con sus discursos aburridos, huecos, vacíos. En común tienen el mismo universo ideológico, comen de la misma mano, son pichones de Rogelio Frigerio, son desarrollistas. Y a los tres les gusta más la policía que la política.

Vamos por partes. Hace un tiempo vi la cara de Daniel Scioli en el afiche de una revista que subtitulaba Rogelio Frigerio: El desarrollismo esta más vigente que nunca. Macri tiene de presidente del Banco Ciudad al nieto de Frigerio y Massa recurre a la embajada norteamericana para que le armen el plan económico, que es claramente desarrollista. ¿Tendremos los argentinos que elegir entre un desarrollismo de derecha o un desarrollismo de izquierda? ¿Será la oportunidad de un centro-desarrollismo?

Los tres coinciden que este país solo puede andar con las fecundas Inversiones Extranjeras Directas que generosamente se posan en nuestras tierras para hacerlas florecer de trabajo y prosperidad. ¿Será que los grandes Grupos Transnacionales desean la felicidad del Pueblo? Esta claro que desean la grandeza de la Nación, siempre que la grandeza sean mega-emprendimientos de infraestructura realizados con su maquinaria, sus inversiones y sus negocios. Pero el que invierte… ¿No quiere retirar al tiempo más de lo que ha invertido? El que invierte un dólar… ¿no quiere llevarse cinco? ¿No funcionan así las inversiones?

Entonces: ¿no será un falso eje (además de viejo) la discusión entre capitalismo financiero, especulativo, rapaz y malo y el otro capitalismo, productivo, generador de empleo, solidario y macanudo? ¿No será que los dos capitalismos, sea el productivo o el especulativo siempre nos quiere estafar? ¿No será que van juntos, que se la reparten, que van y van en los negocios?

Al ver estos tres candidatos uno se pregunta. ¿Cuál es el que expresa la profundización tan deseada? ¿De la mano de quien iremos a conseguir lo que nos falta para ser realmente soberanos, independientes y dignos?

Y ahí uno llega a la terrible conclusión de lo que falta es peronismo. Saber distinguir entre esas sutiles trampas conceptuales que quieren confundir generación de fuentes de trabajo con construcción de dignidad nacional. Si Toyota nos ofreciera resolver de un plumazo toda la desocupación del país. ¿Por qué no vamos a trabajar todos para Toyota? ¡Cambiamos la banderita y listo! ¿Qué es mejor, un empleador japonés, uno norteamericano o uno chino?

El conformismo militante reduce a una imposibilidad cualquier pretensión de ir por más. Su argumento de cabecera es la tan masticada frase “la relación de fuerzas” como si esta saliera de la conjunción sorpresiva de varios planetas y no de la voluntad política de ser Pueblo. La situación de extrangerizacion de nuestros Recursos Naturales, ¿Quién la va a denunciar? ¿Qué pasará con la profunda dependencia climática y externa que produce el modelo de sojizacion? ¿Qué pasará con la ley de semillas que impulsa Monsanto? ¿Qué pasará con el Comercio Exterior, con el endeudamiento, con nuestro futuro? Al final los veo y como el Chapulín Colorado me pregunto: ¿Quién podrá defendernos?