22.04.2015 /

Geopolítica del agua: la guerra por el oro “azul” amenaza el planeta

En acentuada escasez, mal distribuida en el planeta, a menudo derrochada por la falta de concientización de las poblaciones que la utilizan, el agua dulce, también llamada “oro azul” por su creciente valor, ya se encuentra en el centro de las geoestrategias y geopolíticas de las diversas naciones del planeta.

por Damián Jacubovich


Desde el 2010 las Naciones Unidas han declarado el acceso al agua potable como un derecho humano. Sin embargo el agua insalubre resulta la primera causa de muertes en el mundo. A modo de estadísticas, aproximadamente 7.500 personas (de las cuales 5.000 niños) mueren por día por la falta de saneamiento del agua. 1.800 millones de personas en el mundo utilizan agua contaminada por materia fecal. 2.600 millones de personas no tienen acceso a un saneamiento de agua digno. De esta manera los problemas relacionados con el agua matan por año, 10 veces más que todas las guerras del planeta. Un habitante de la tierra sobre siete no tiene acceso a una agua de calidad. Según previsiones para el año 2025 un total de 1.800 millones de personas vivirán en regiones que presentarán absoluta escasez de agua como consecuencia del calentamiento global y el aumento demográfico; lo que podría generar flujos migratorios difíciles de controlar hacia el resto de los países, dando espacio a una nueva figura para la legislación internacional: el refugiado climático.

La geopolítica del agua presenta por lo tanto consecuencias y desafíos que abarcan niveles políticos, económicos y sociales de todo el planeta, tanto por el tema de su disponibilidad como por el tema de su gestión. Las recursos del agua parecen ya no responder en la actualidad a las necesidades de la población mundial. Las razones de esta “crisis” que vive el agua son numerosas: aumento de la población, cambio en las costumbres alimenticias (tendencia global creciente al consumo de productos que precisan más irrigación como las frutas y verduras), cambio climáticos (el recalentamiento global no hace más que empeorar el panorama acuífero mundial, afectando fuertemente el circuito hídrico mediante la sobreevaporación de las reservas acuíferas) …

Para numerosos geopolitólogos el agua es considerada como un elemento de estabilidad interna y de soberanía en numerosos países. En muchos casos se encuentra presente en el dibujo de las fronteras jugando de esta manera un rol esencial en la territorialización de los Estados.

Mientras que la atención del mundo entero se centra principalmente en los combustibles y los alimentos, el tema clave del agua, es ya en la actualidad eje de numerosos conflictos o también llamadas “violencias hidraúlicas” en materia de relaciones internacionales para varios países del planeta.
Los ejemplos de las fuertes tensiones por los recursos hidráulicos o las "llamadas guerras de agua" abundan: Etiopía, Uganda, Egipto y Sudan por el Río Nilo, Mexico y Estados Unidos por el Río Colorado, etc. (ver gráfico a continuación).















Suramérica y el agua dulce

El Acuífero Guaraní se sitúa en el continente suramericano y constituye la reserva subterránea de agua dulce más grande del mundo. De esta manera con aproximadamente un 6% de la población mundial, nuestro continente posee casi un tercio de los recursos de agua dulce del planeta, la mayor parte de estas reservas se encuentran concentrada en dicho acuífero.
El Acuífero Guaraní se extiende por debajo de la superficie de partes del Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay con la distribución siguiente:

-en Brasil ocupa 840.245;km² aproximadamente
-en Argentina ocupa 225 000 km² aproximadamente
-en Paraguay ocupa 70 000 km² aproximadamente
-en Uruguay ocupa 45 000 km². Aproximadamente

Para tener una idea de las fabulosas dimensiones del acuífero basta con considerar que supera en tamaño a España, Francia y Portugal juntos.
El agua dulce, es quizás uno de los recursos naturales más preciados del continente, igual o más que el petroleo, y asi mismo la defensa de los recursos naturales suramericanos representan, a través de su Consejo de Defensa Suramericano, junto con el resto de los recursos naturales uno de los principales motores de la integración regional.














Geoestratégicamente hablando es importante señalar que el Acuífero Guaraní pasa por la Triple Frontera, el enclave fronterizo compartido por Paraguay, Argentina y Brasil. Ha existido desde hace algunos años, una presión internacional (y particularmente desde los Estados Unidos en la era Bush) para que los gobiernos que comparten la triple frontera ejerzan un mayor control en las zonas de “Triple Frontera” donde algunos informes señalaban la presencia de posibles “células durmientes” del terrorismo yihadista internacional. Además, esta situación, unida a otros factores relacionados con actividades ilegales como el narcotráfico y el comercio de armas, han hecho elevar considerablemente la presencia de efectivos de los cuerpos y fuerzas de seguridad estatales de los países implicados en sus respectivas fronteras. Para muchos analistas, detrás de esta presión internacional subyace, un interés por parte de Occidente de tener justamente una mano puesta en el acuífero.