Entre idas y vueltas, a menos de un mes del cierre de listas, todavía no logra definirse el mapa electoral nacional. Los principales candidatos a presidente, Segio Massa, Mauricio Macri y Daniel Scioli, continúan el entramado del tejido político que se va modificando día tras día.
Mientras el sciolismo se mantiene estable y envuelve a los desertores de los demás partidos bajo sus alas oficialistas, el massismo ha perdido el encanto y está a la espera de un reposicionamiento en la escala de intención de voto. En tanto, Macri se ha mostrado en diálogo constante, y pareciera que todos sus movimientos son parte de una estrategia de campaña.
Luego de que Massa
se reuniera con el armador del PRO, Emilio Monzó, para negociar lo que podría ser un frente poderoso y casi líder de un monopolio del sufragio opositor, Scioli se muestra más fuerte en las encuestas, tranquilo e insiste con afianzar los lazos con el kirchnerismo más puro.
Días atrás Política Argentina adelantaba el encuentro de Massa y Monzó y
la charla por teléfono entre Massa y Macri.
En el diálogo que habrían tenido ambos líderes, Macri le habría ofrecido a Massa ajarse de la candidatura presidencial para quedarse en la provincia. Le habría elogiado, entre otras cosas, sus capacidades para ser presidente, aunque podría ejercerlas recién a partir del 2019.
La posibilidad de quedarse con la Buenos Aires le permitiría al dirigente del Frente Renovador elegir a quien le plazca como compañero de fórmula y a todos los candidatos para cargos locales en la Legislatura bonaerense. Sería un claro fortalecimiento del massismo en una de las zonas con mayor caudal electoral del país.
Después de esto,
Francisco de Narváez estuvo con el periodista Alejandro Fantino, y aprovechó para pedirle que llamaran a Macri para hablar y armar finalmente un bloque. “Con Mauricio somos amigos, le dije de todas las formas que nos sentáramos a conversar, que me explique porqué no quiere. Si esto funcionó y tiene el acuerdo en diez provincias”, sentenció. Desde el mismo espacio,
Gustavo Posse, consideró “necesaria” la unión de la oposición ya que el Frente para la Victoria, dijo, porque el kirchnerismo "hoy está en condiciones hasta de poder ganar en primera vuelta".
Malena Galmarini, esposa del diputado del FR, también le propuso a Macri públicamente que se aliaran los espacios y que fueran juntos para asegurar la victoria de “una gran interna opositora” frente al oficialismo.
Sin embargo tal como citó el diario Clarín,
desde el entorno del dirigente PRO, revelaron en la tarde del viernes, que ya confirmó lo que representará un fuerte golpe al massismo: no habrá acuerdo. Finalmente, cerró la puerta.
Según las fuentes, se le habría preguntado a Macri si podría dejar que Massa se presentara en Buenos Aires como candidato a gobernador y armar un frente amplio junto al macrismo. Frente a esto el Jefe de Gobierno les habría contestado:
“Ni así nos sentaríamos a negociar. Nuestra candidata es Vidal. Massa nos desperfilaría, es parte de la dirigencia del PJ que ha gobernado estos últimos años”.
Algunos macristas reconocen en voz baja que la negativa puede ser interpretada como un gesto de soberbia de quien se siente que podría polarizar con Scioli. También podría ser visto como una mala señal para la política, pero en el PRO insisten con preservar la “identidad” del partido. Por parte de Massa, el deseo de unirse se entiende como una posibilidad de alejarse de la derrota.
