La presidenta saliente Cristina Fernández de Kirchner participó de un acto con Lino Barañao, el actual ministro de Ciencia y Tecnología que ayer se anunció continuará durante la gestión de Mauricio Macri.
Tras recorrer las obras de la última etapa del nuevo Centro Científico Tecnológico de YPF (Y-TEC), en Berisso, Fernández de Kirchner contó que Barañao consultó la decisión de mantenerse en el puesto con ella.
"Le dije: 'Lino tenés que poner dos condiciones, libertad y el presupuesto'", subrayó. También le pidió
"que se siga destinando la misma cantidad de inversiones".
"En el mundo hay algunos interesados en que los argentinos no desarrollemos tecnologías y las patentemos. Estas son las cosas que tenemos que defender. Estas cosas son de los 42 millones de argentinos. En algún momento nos la sacaron. Teníamos un desarrollo petrolero muy importante. No cerremos nunca más la investigación y no permitamos que nuestros científicos se tengan que ir", manifestó Fernández de Kirchner.
En relación a su reunión con Mauricio Macri en Olivos criticó la cobertura que tuvo el encuentro:
"Que si lo miré, que si no lo miré. Es una estrategia comunicacional para que discutamos de pavadas mientras nos pasan los elefantes por atrás. Digamos no a discutir banalidades. Discutamos las cosas serias del país".
Por otro lado, le pidió "al próximo gobierno" que inaugure otra instalación científica que no está terminada. Cristina expresó:
"Esto es parte de lo que algunos denominan la pesada herencia. Sí, pesada porque la va a tener que defender frente a los de afuera. Hay que ponerse fuerte y no permitir que nunca más nos arranquen el desarrollo tecnológico".
