A cinco meses de la gestión de Mauricio Macri, algunos periodistas comenzaron a criticar con dureza al mandatario por su gestión.
Joaquín Morales Solá brindó una charla en el marco del 9º Pre-congreso Córdoba del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) donde analizó el escenario político actual y criticó con dureza a la gestión de Mauricio Macri.
El periodista recordó que la semana pasada
“el gobierno tuvo problemas con dos sectores políticos serios: el senado y los sindicatos, a lo cual Macri seguramente agregaría a los empresarios”. En consecuencia, consideró que esto puede generar una situación crítica en otros espacios: "O se resuelve por medio de la institucionalidad política rápidamente o no va a tener solución", advirtió.
El periodista sostuvo que
"hay un déficit de políticas, Macri cree que su gestión le va a dar resultado, confía en su plan A y no hay plan B y esto es muy arriesgado". Asimismo, señaló que el mandatario no tiene un liderazgo fuerte dentro del PRO.
Además, consideró como un “gran error político” el anuncio de la suba del combustible y alertó que “hoy tenemos la nafta más cara de América Latina". Asimismo, subrayó que la imagen del mandatario cayó entre cinco y ocho puntos.
Por otra parte, Eduardo Van Der Kooy argumentó que “Macri intenta reponer el orden perdido” y consideró que el “extravío” se dio luego de la masiva marcha de los cinco gremios y de la votación en el Senado de la Ley Antidespidos.
“Aquel desorden pudo haberse originado, a lo mejor, en una propia impericia del Presidente. Transformó la ley antidespidos en una cruzada que obsequió a la oposición la posibilidad de aplicarle un correctivo. Incluso amenazó con un veto en caso que resulte aprobada. Un incentivo adicional para que los opositores se froten las manos”, manifestó.
El analista añadió que “el Gobierno parece tener un ritmo distinto a la realidad, sobre todo en cuestiones que suenan cantadas”.
También, apuntó contra Juan José Aranguren: “El ministro de Energía explicó el aumento de la nafta como si estuviera en el plenario del directorio de una empresa. No como si existiera delante suyo una sociedad que atisba temerosa. Tuvo a mano una argumentación tan sensible como un trozo de plástico”. Incluso, lo comparó con “Frankestein”.
