10.08.2016 / Polémica

El PRO ya está trabajando en el proyecto de Sociedades Anónimas Deportivas

Nicolás Massot encabeza el armado del proyecto que entraría en comisión en las próximas semanas para poder tratarse en septiembre. El proyecto privatizador llega en medio de la crisis de AFA, la rescisión del contrato del Fútbol Para Todos y el posible desembarco de Turner. Los detalles.

por Leonardo Damián García




Muchos suelen decir que las crisis traen oportunidades, sin dudas para el Gobierno nacional la dura situación institucional de la Asociación del Fútbol Argentino le sirvió de motor para poder plasmar sus proyectos para el fútbol. Con Mauricio Macri atento a cada paso, y con Fernando Marín director del Fútbol Para Todos ejecutando, todo parece tener un final perfecto para el Presidente.

En primer lugar fue la causa sobre el uso de fondos del FPT, la mejor herramienta para forzar una intervención judicial con veedores de la Inspección General de Justicia, luego el propio Presidente insistió al mandamás de FIFA Gianni Infantino en que la AFA debería ser intervenida y a gusto del Ejecutivo se dictó la nueva Comisión Normalizadora encabezada por un hombre de suma confianza del Presidente como Armando Pérez. Primer objetivo cumplido.

Con la Normalizadora manejando todo, solo fue una cuestión de tiempo que los clubes pidan más dinero y ante la negativa del Gobierno insistan en rescindir el contrato FPT. Segundo objetivo cumplido. Ahora queda saber si Turner, una de las empresas interesadas aunque Macri busca abrir el juego a una mayor cantidad de capitales extranjeros y nacionales, se hará cargo en septiembre de este año o en enero de 2017.

Pero en las últimas semanas comenzó a trascender un rumor que se hizo cada vez más fuerte hasta oficializarse: Desde el PRO ya están trabajando en la presentación de un proyecto de ley para que los clubes endeudados dejen su forma de asociación civil para convertirse en una Sociedad Anónima Deportiva (SAD). El encargado para llevar el proyecto al recinto es el jefe de bloque en Diputados Nicolás Massot

En marzo de este año, visitó el país Javier Tebas ex presidente de Liga de Fútbol Profesional (LFP) de España, allí explicó como funciona el modelo SAD y los resultados que se han obtenido bajo esta denominación a la hora de realizar los repartos de los derechos de televisión.

El único antecedente de un proyecto de SAD en Argentina fue impulsado justamente por el actual Presidente cuando conducía Boca Juniors. Corría el año 2001 y la crisis socioeconómica golpeaba fuertemente al fútbol argentino, entonces Macri presentó un proyecto en el Comité Ejecutivo de AFA. La votación terminó con 38 votos en contra y sólo 1 a favor, el del propio Macri.

Justamente en ese año se dio la única experiencia de capitales privados manejando a uno de los cinco grandes. Casualidad o causalidad, el presidente de la empresa Blanquiceleste S.A que administró el gerenciamiento de Racing Club luego de la quiebra en que la síndico Liliana Ripoll aseguró que el club había dejado de existir, era Fernando Marín, actual director del FPT por parte del Gobierno y hombre de permanente consulta en todo lo que involucra al fútbol nacional.

Además el único proyecto de ley que se presentó en nuestro país para cambiar la situación de los clubes fue también en dicha época, más precisamente en el 2000 cuando José Carbonell ingresó el proyecto bajo el expediente 1364/00. El mismo no prosperó.

El Gobierno sabe que hay tres empresas que quieren desembarcar a financiar con capitales privados a los equipos de nuestro fútbol, como sucedió en España los privilegiados serían los dos más poderosos: Boca y River, separando las distancias que hay con Barcelona y Real Madrid. Una de las empresas que buscan ingresar al mercado argentino es la aerolínea Qatar Airways.

El sistema tuvo un antecedente conocido en España, donde en 1990 se aprobó la Ley del Deporte que creó la figura de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) como variante a las asociaciones civiles tradicionales. En ella se imponía a clubes endeudados el castigo de adoptar la forma jurídica de SAD. La experiencia dejó a clubes poderosos e influyentes prácticamente a salvo, mientras algunas instituciones de menor convocatoria tenían que adecuarse agresivamente a un nuevo status económico, porque de no hacerlo podían ser descalificados de las competencias de fútbol profesional.

Justamente en el artículo 7 del proyecto de ley de Cambiemos se resalta que los clubes deben responder con su patrimonio ante las empresas. Un mal paso de los capitales privados dejaría al club al borde de la desaparición. El mejor ejemplo fue el intento de Mauricio Macri de quedarse con el Deportivo Español en 1995 cuando por primera vez en 100 años, un club pidió la quiebra de otro. 

Luego en 1997 Macri cedió a Deportivo Español, a préstamo sin cargo y sin opción, a aquellos jugadores sin lugar en el Boca del Bambino Veira (Pepe Basualdo, Pedro González, Silvio Carrario, Sandro Guzmán y Raúl Peralta, entre otros) para que el club pagara  500.000 dólares/pesos mensuales de contratos. El excesivo gasto dejó al club al borde de la cesación de pagos y el fracaso deportivo aceleró el descenso a la B Nacional. Así es como Macri buscó concretar otro pedido de quiebra a través de una empresa amiga, Diseños y Construcciones SRL, pese a que esta jamás había tenido relación comercial con el club, pero sí con uno de los miembros del plantel: Sergio Castillo, quien le compró a DyC un departamento ubicado en la zona de Parque Chacabuco con documentos que había recibido cuando fue transferido a Boca, los cuales no tenían fondos.

El Deportivo tenía ya tres pedidos de quiebra y así el juez Juan Garibotto la terminó decretando. Mientras tanto en la Cámara se estaba tratando un proyecto de ley de Daniel Scioli de Salvajate Deportivo, el cual se convirtió en la Ley 25.284, y así se congelaron los embargos, incautaron los activos y los bienes pasaron a cargo, por gerenciamiento, de una sociedad llamada Sociedad Española de Deportes. Esta también dio grandes pérdidas y en el 2000, Diputados resolvió el remate. Al tiempo se dictó la Ley de Fideicomiso, parte del procedimiento anterior quedó sin hacer, y así se dictaba que los bienes de las sociedades
civiles sin fines de lucro no se pueden rematar por un plazo de diez años. El gerenciamiento se terminó y los socios en 2003, en concordancia legal, refundaron la institución con el nombre de Club Social, Deportivo y Cultural Español de la República Argentina, pero el Juzgado de primera instancia en lo comercial N° 2, a cargo de Gariboto, consideró que con en este caso no se podía aplicar dicha ley porque el club era deficitario. Sin embargo, el club siguió participando de los torneos de AFA aunque no pudo utilizar sus instalaciones, las cuales permanecieron cerradas y en estado de abandono absoluto. En 2007, una empresa del estado llamada Corporación Buenos Aires Sur logró adjudicarse el predio a través de un procedimiento de mejora de oferta en el juzgado donde se tramitaba la quiebra y le entrega en comodato el estadio Nueva España y le permite el uso de la sede social y polideportivo. Al mismo tiempo comparte terreno junto al Instituto Superior de Seguridad Pública.

El Gobierno ya trabaja con los distintos espacios políticos y con varios clubes para presentar este modelo, en donde quien no sea sustentable terminará en manos de capitales privados. Tristemente, el fútbol argentino parece que ya no será de los socios. Será de los empresarios.