06.09.2016 / ES UNA PLANTA DE ATANOR, EN SAN NICOLÁS

La Justicia clausuró una de las mayores productoras de glifosato del país

Vecinos y organizaciones sociales denuncian hace años que la contaminación generó altos índices de cáncer y alrededor de 200 muertes en la zona. La clausura es de la justicia provincial, por contaminación del agua. Pero hay causas abiertas también en la Justicia Federal.



El juez Facundo Puente, titular del Juzgado de Ejecución Penal del Departamento Judicial San Nicolás, ordenó la clausura preventiva de una de las plantas de agrotóxicos de Atanor, tras comprobar que la empresa arroja químicos al arroyo Jaguarón, que desemboca en el río Paraná. Vecinos y organizaciones sociales llevan años denunciando la contaminación de la multinacional, la segunda productora de glifosato del país, a la que responsabilizan por el alto índice de muertos y enfermos de cáncer entre la población cercana.

La medida judicial fue revelada por el periódico La Vaca. La clausura es para la planta de síntesis de Atrazina, donde se elabora uno de los herbicidas que suele combinarse con glifosato. “Fueron 12 años de lucha, estamos re contentos”, dijo Walter Ibarra, de la ONG Protección Ambiental Río Paraná, en diálogo con Política Argentina. El juez prohibió el ingreso de camiones a la planta y dispuso que Prefectura y Gendarmería comprueben la efectiva interrupción del vuelco de efluentes. “La habían clausurado hace dos años por un amparo pero siguieron funcionando. Ahora se hizo efectiva”, contó Ibarra, ex trabajador y delegado de la planta hasta 2006. “Desde adentro empecé a ver prácticas ilegales y a denunciar. Me hicieron dos causas pero gané en todas las instancias”, destacó.

Además de la causa por contaminación del río, que derivó en la clausura por la justicia provincial, hay expedientes abiertos en la Justicia Federal. Hay un total de siete causas judiciales, penales y administrativas por irregularidades en las habilitaciones. “Hemos podido confirmar con pericias judiciales algo que venían denunciando los trabajadores desde hace años”, dijo el abogado Fabián Maggi a La Vaca. “Han enterrado en el predio tambores de trifluralina (producto sospechado de cancerígeno), y no se trata de un accidente sino de una actitud dolosa, premeditada”, definió.

“Contamos como 200 muertos en los últimos diez años en Barrio Química, que tiene seis manzanas”, alertó Ibarra. Y agregó: “La farmacia de San Nicolás que vende más remedios oncológicos es la de Barrio Química”, el más próximo a la planta. “Cuando hay una población con índices tan elevados de enfermedad y muerte en proximidades de una empresa que manipula elementos químicos de manera tan desaprensiva como lo hace Atanor, es presumible que allí esté la causa de las enfermedades que denunciamos”, dijo el abogado. Además, en el barrio casi todos los vecinos sufren problemas respiratorios, asma, bronquitis y enfermedades de piel.