30.09.2016 / Polémica por el voto electrónico

Businessweek: "la revolución del voto electrónico ya es de pobrísima calidad, errónea y obsoleta"

La revista internacional presentó un informe detallando la gran cantidad de cuestionamientos que recibe el sistema de voto electrónico en los Estados Unidos.




La revista Businessweek dedicó su última edición a los múltiples cuestionamientos que recibe el voto electrónico en Estados Unidos en el marco de la campaña electoral que enfrenta a Hillary Clinton y Donald Trump.

"La revolución del voto electrónico ya es de pobrísima calidad, errónea y obsoleta", argumentó la revista en una extensa nota en la que se preguntó si realmente "contará el voto" de cada elector estadounidense en las elecciones nacionales de noviembre próximo.

La nota abre con una descripción de los múltiples problemas en la elección local en la ciudad de Memphis un año atrás en la que "los procedimientos estuvieron llenos de inconvenientes técnicos". "Los servidores se colgaron y los resultados pudieron verse horas más tarde", indicó la revista, quien contó el caso de una circunscripción con 546 votantes en la que sólo aparecieron en el escrutinio 330.

La revista señaló que en 2002, el Congreso de Estados Unidos, proveyó 4 mil millones de dólares para la aplicación del voto electrónico, luego del escándalo de la votación en Florida entre George W. Bush y Al Gore. "Este resultado probablemente no es el que los congresistas tuvieron en mente", agregó.

Relató además que el estado de California declaró "a casi todas las máquinas de votación obsoletas" en 2007 y que desde entonces el gobierno "ha estado pagando por el almacenamiento de las máquinas ya que nadie quiere comprarlas". En ese contexto, se registran acusaciones de posible "arreglo" de las próximas elecciones nacionales lanzadas por Trump, mientras que Hillary Clinton acusó a Rusia de querer realizar un hackeo de los comicios.

"La amenaza real no es una elección fallida. Un fraude a nivel nacional sería extremadamente difícil de llevar adelante porque la mayoría de los votos en Estados Unidos son organizados por condados y gobiernos locales. Hackear los suficientes para volcar la elección a favor de algún candidato sería una tarea monumental y que sería detectada. De todos modos, el riesgo es una violación de la confianza: problemas en el día de la elección provenientes de tecnología obsoleta y pobrmente implementada confirmaría y amplificaría los temores que permean esta campaña", advirtió Businessweek.

Además, en la nota se indicó que "la tecnología de votación, luego de una década de frenéticas fusiones y adquisiciones, está dominada por unas pocas compañías: Election Systems & Software, or ES&S, and Dominion Voting Systems son las más grandes.