Susana Malcorra: entre el fuego interno y los fracasos internacionales
Denuncias por encubrir abusos sexuales desde su rol en la ONU, la dura derrota en las elecciones para suceder a Ban Ki-moon, los conflictos diplomáticos por las Islas Malvinas y Milagro Sala y el fallido apoyo a Hillary Clinton en las elecciones de Estados Unidos. Los hechos que tienen a la canciller argentina entre la espada y la pared.
Susana Malcorra estaba cómoda como jefa de Gabinete de Ban Ki-moon en la Organización de la Naciones Unidos (ONU), hasta que decidió aceptar la propuesta de Mauricio Macri para ser la canciller de la República Argentina. A partir de ahí, se truncó su ascenso hacia la Secretaría General del organismo transnacional y, producto de varios escándalos, quedó en el ojo de la tormenta con fuertes críticas dentro del país.
Todo empezó en diciembre del 2015 cuando, a pocos días de asumir en el ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, se filtraron mails que la involucran en un supuesto encubrimiento de abuso de menores desde su rol en la ONU. Después le siguieron los escándalos nacionales y la dura derrota en su intento por reemplazar a Ban Ki-moon.
Pero la frutilla del postre se dio en las últimas horas cuando Donald Trump se convirtió en presidente de los Estados Unidos y Malcorra queó en off side por haber apoyado públicamente a Hillary Clinton. Las críticas por este tema empezaron a llover y recibió comentarios de todo el arco político, hasta de aliados del Gobierno como Alejandro Rozitchner
Luego de un informe que presentó el periodista Walter Goobar en Miradas al Sur, en el cual difundió una investigación interna de Naciones Unidas, tomada de la revista bimestral estadounidense sobre política internacional y temas globales, Foreign Policy en la cual se manifiesta que la actual Canciller cumplió un rol importante en el ocultamiento de los hechos, de todos modos no se determina que haya incurrido en "abuso de autoridad" como si sucedió con otros funcionarios.
Las aguas de investigación se enturbiaron aún más con la publicación de los correos electrónicos y documentos que mostraban altos funcionarios de la ONU omitiendo la investigación. En el mismo se apunta al encargado de la Oficina de Ética Joan Dubinsky, la Secretaria General Adjunta de Servicios de Supervisión Interna (OSSI) Carman LaPointe y la jefa de Gabinete, Susana Malcorra, quienes intentan hacer frente a las acciones de Ander Kompass, el funcionario sueco que intentaba que la investigación se lleve adelante.
La dura derrota en la ONU, con fondos argentinos.
Una de las mayores críticas que recibió Susana Malcorra durante el 2016 fue su campaña para intentar ser Secretaria General de la ONU. Desde distintos sectores de la política nacional se le cuestionó uqe viajó por el mundo con dinero del Estado, y que durante ese tiempo no se dedicó a la función en la que fue designada por Mauricio Macri.
Ante los cuestionamientos que recibió por parte de dirigentes de la oposición, y también desde el radicalismo y la Coalición Cívica, aliados en el frente Cambiemos, Malcorra tuvo que defender el acuerdo al que suscribió con el ministro de Estado para Europa y las Américas de la Secretaría de Relaciones Exteriores y Commonwealth británica, Alan Duncan.
El Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas dictaminó que la privación de la libertad de Milagro Sala es arbitraria y exigió al Gobierno nacional “liberar de inmediato” a la dirigente social detenida desde enero por impulso del gobernador Gerardo Morales en el marco de una seguidilla de causas penales. El organismo internacional reconoció así que la referente de la Tupac Amaru es una presa política y reclamó, además, “conceder una reparación adecuada, incluida una compensación”. Además, ordenó investigar la violación a los derechos humanos de la dirigente y remarcó que no se respetaron sus fueros parlamentarios.