Vecinos autoconvocados de Plaza Huincul y Cutral Co, en Neuquén, se concentraron esta mañana en el reloj ubicado en el límite entre ambas ciudades para reclamar contra los despidos en el sector petrolero. Se trata del lugar donde dos décadas atrás, en 1996, nació el fenómeno piquetero que signó la última etapa del menemismo.
Según informó el diario Río Negro, desde las 10 de la mañana y con banderas argentinas decenas de personas se congregaron en el reloj del límite para protestar contra la situación económica y los despidos. Porque si bien el lunes por la tarde hubo una conciliación obligatoria que los frenó por un mes, los telegramas siguieron llegando entre los petroleros.
“Ante la ola inminente de despidos, nos autoconvocamos como vecinos de Plaza Huincul y Cutral Co, en solidaridad con los trabajadores despedidos y porque tarde o temprano estas medidas neoliberales nos van a llegar a todos, de una u otra manera”, expresaron en comunicados difundidos a través de las redes sociales.
El escenario de las protestas remite a la situación de hace 20 años: en ese mismo lugar comenzó la primera manifestación popular, desde el 20 de junio de 1996 y durante seis días, en la que vecinos de Cutral Co y Plaza Huincul se volcaron a cortar rutas en reclamo de fuentes de trabajo. Por la fuerza que cobró la protesta fue calificada como “pueblada”, y marcó el inicio del fenómeno piquetero, que se replicó por todo el país.
Los dos hechos que motivaron por entonces la movilización fueron la rebaja de los subsidios al desempleo y que la provincia –que era gobernada por Felipe Sapag- desestimara la continuidad de un contrato con la firma canadiense Agrium por una planta de fertilizantes, lo cual implicaba más pérdidas de empleos, en una comunidad que ya venía sufriendo la peor crisis de su historia luego de la privatización de YPF.
El primer piquete surgió moderadamente, con un bloqueo a la circulación vehicular en Huincul. Pero con el paso de las horas la convocatoria se hizo masiva, pese al frío del invierno patagónico. En plena crisis económica general, los piquetes se multiplicaron tanto a nivel provincial como nacional.
