04.01.2017 / SALUD PÚBLICA

La Sociedad Argentina de Infectología denunció la falta de drogas para la tuberculosis

La entidad le envió una carta al ministro Lemus, pero no recibió respuesta. Advirtió sobre las “graves consecuencias” de la interrupción del tratamiento. La situación también fue denunciada por un instituto dependiente de la UBA.




La Sociedad Argentina de Infectología (SADI) envió una carta al ministro de Salud, Jorge Lemus, para expresar su “profunda preocupación” ante la falta de provisión de drogas para la tuberculosis y advertir sobre las “graves consecuencias” de la interrupción del tratamiento. A dos días del comunicado, la entidad no recibió respuesta alguna.

“Muchos de nuestros socios nos han comunicado que desde hace más de un año hay serios problemas con la provisión de Pirazinamida y que, en este mes, se agregó la falta de Isoniacida”, advirtió la Comisión Directiva de la SADI, que ante la consulta de Política Argentina confirmó que no hubo respuesta por parte de la cartera de Lemus.

“Son bien conocidas las graves consecuencias que acarrea la interrupción o el irregular cumplimiento del tratamiento para esta enfermedad, situaciones que pueden derivar en fallas terapéuticas o aparición de cepas resistentes, con todo lo que ello implica”, advirtieron los especialistas en su carta al Ministro, a quien le pidieron una entrevista.

En tanto, desde el Instituto de Tisioneumonología "Raúl F. Vaccarezza” de la UBA también alertaron que “desde inicio del 2016 recibimos consultas por falta de Pirazinamida, luego Rifampicina, luego Isoniazida, y ahora los inyectables: Estreptomicina, Kanamicina, y terminamos el año sumando la Amikacina”.

La falta de medicamentos para tratar la tuberculosis se suma a las denuncias por la interrupción de entregas de remedios para pacientes con VIH, situación advertida a lo largo del año por diversas organizaciones y que se dio en paralelo con la renuncia del entonces titular del Programa Nacional de SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) del Ministerio de Salud, Carlos Falistocco.

La carta dirigida a Lemus: