El titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, quedó en medio de la polémica mucho antes que se conociera que recibió más de medio millón de dólares de una firma fantasma vinculada al gigante brasileño Odebrecht, investigado por sobornos millonarios.
Antes de asumir al frente de la AFI, fue cuestionado desde diversos sectores por sus antecedentes. Sin embargo, la cercanía con el presidente Mauricio Macri lo afianzó en su puesto.
El funcionario es escribano público y un íntimo amigo del líder del PRO. Incluso, lo acompañó en su gestión en Boca Juniors. Además, es un empresario del mundo de fútbol y es uno de los dueños de Haz Sport Agency -junto con Fernando Hidalgo-, una agencia que representa de jugadores de fútbol.
En ese rol, intercedió en la venta de figuras como Carlos Tévez al Corinthians y en la compra de Martín Palermo a Boca. Además,
se lo responsabilizó por irregularidades en las transacciones y se lo señaló como un testaferro del jefe de Estado.
"Tiene que ser una persona de mi extrema confianza", dijo en su momento el Presidente al ser consultado sobre quién debía encabezar la AFI. En ese sentido, Arribas cumple con los requisitos debido a que tienen un vínculo de hace años y hasta compartían el mismo equipo de fútbol cinco en su quinta de Los Cardales.
Ahora, un ítem más se suma al polémico currículum de Arribas: hoy trascendió que
cobró US$600.000 de la brasileña Odebrecht, investigada por sobornos millonarios en el marco del caso conocido como Lava Jato, que sacudió al sistema político y empresarial de Brasil.
