29.01.2017 / En Esteban Echeverría

Señalizaron un ex Centro Clandestino de Detención y la Bonaerense quitó el cartel y borró las pintadas

Se trata del ex CCD recientemente identificado denominado como “La 205”, en Esteban Echeverría, donde ahora funciona el Grupo de Prevención Motorizada de la Policía de Buenos Aires.



El acto de señalización del predio fue realizado ayer, casi un mes después de que tres sobrevivientes identificaran el ex centro clandestino de detención (CCD) conocido como “La 205” –porque está ubicado en las cercanías a la ruta homónima-, en Esteban Echeverría. Allí, participaron la Abuela de Plaza de Mayo Alba Lanzillotto, las sobrevivientes Liliana Latorre y Catalina Alaniz, familiares de víctimas de centros clandestinos localizados en los alrededores y militantes de la zona. Cuando finalizó la actividad efectivos policiales salieron con baldes de pintura y herramientas para quintar las marcas que indicaban que en ese lugar acechó el Terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico militar.

El cartel señalaba: "Aquí se cometieron delitos de lesa humanidad durante el terrorismo de Estado". También indicaban que el ex CCD funcionó bajo la órbita de Ramón Camps, mandamás de la Policía Bonaerense terrorista, y que estuvo comandado por el subcomisario Walter Acosta, que por el momento permanece apartado del proceso judicial –a cargo del juez federal Daniel Reffecas- por cuestiones de salud.

"Al terminar el acto nos fuimos y mientras esperábamos el colectivo, vimos que tres policías empezaron a tapar las pintadas y con una pinza sacaban el cartel que habíamos colocado. Volvimos al lugar para preguntar qué estaban haciendo. Nadie nos contestó y salieron seis policías más, que formaron un cordón para impedirnos el paso. No sufrimos agresiones ni provocaciones, pero nadie nos respondió por qué sacan la chapa recordatoria", contó Alan Muñoz, de la Juventud Peronista de El Jagüel, partido de Esteban Echeverría.

Muñóz, consideró ante Página|12 que se trató de una “actitud desafiante" y dijo que desde su organización reclaman que se vuelva a colocar la señalización que marca que en ese lugar funcionó un centro clandestino de detención.

El acto fue impulsado por jóvenes de diversas organizaciones militantes de la zona, por lo que no se trató de una medida oficial. Para eso, es necesaria una iniciativa oficial, sea del gobierno nacional, del provincial o del municipal, que por ahora no apareció.

“Hablamos con el Municipio de Esteban Echeverría, pero no nos dio una respuesta. Hace un año y medio que cerró su secretaría de Derechos Humanos”, contó Muñoz.

Latorre, una de las sobrevivientes, pudo dar testimonio de lo sucedido allí e, incluso, reconoció a Ana María Lanzillotto, embarazada del nieto 121, recuperado hace algunos meses. Ni ella ni sus compañeras recuerdan la existencia en “la 205” de un espacio dedicado a las torturas. Sin embargo, la forma en que mantuvieron cautivas a las víctimas bastan para ser consideradas tormento, explica el abogado Pablo Llonto.

Tal como reseñó el matutino porteño, “la 205” aparece mencionada en testimonios brindados a principio de la democracia ante organismos de derechos humanos y en el Juicio a la Juntas. Entre ellos, está el de el ex policía Rodolfo Peregrino Fernández que, en su relato ante la Comisión Argentina de Derechos Humanos, en 1983, desde Madrid, explicó la existencia de ese centro clandestino.

También comentó que fue edificado en terrenos la Policía bonaerense, “especialmente construido para el alojamiento de detenidos enfermos y mujeres que se encontraban en estado de gravidez avanzada o que recientemente hubieran tenido hijos” y lo localizó “en las cercanías del acceso a la Ruta Nacional 205, desde la Autopista Ricchieri, a unos 300 metros de allí”. Además, mencionó que “su jefe fue el subcomisario Walter Acosta”.