El presidente Mauricio Macri viajó esta mañana a Brasil para reunirse con el presidente Michel Temer y avanzar en la relación bilateral entre ambos países. En su primera visita oficial a ese Estado, el mandatario argentino voló desde el sector militar del aeroparque metropolitano Jorge Newbery a bordo de un avión privado, y allá lo esperaba un gran número de funcionarios de primera línea.
Ayer ya había llegado a Brasilia una comitiva de avanzada integrada por el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, la canciller, Susana Malcorra, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo.
El objetivo del viaje, que sólo durará un día y se basará en un encuentro en el Palacio de Planalto, apunta a promover las relaciones comerciales entre ambos países y, desde el Mercosur, con otros bloques comerciales y naciones.
En un contexto internacional de incertidumbre ante las flamantes medidas de Donald Trump, Macri y Temer apuntan a abrir el Mercosur a nuevos mercados, afectados por el incipiente proteccionismo que implementa el país del norte.
En principio, las delegaciones argentina y brasileña pretenden simplificar las regulaciones internas de cada país para unificarlas. Y
buscan remontar el intercambio bilateral, que el año pasado cayó unos US$ 22.500 millones, tras haber alcanzado un récord de US$ 39.600 millones en 2011.
En tanto, en una columna publicada hoy en el diario O Globo,
Temer afirmó que con su par argentino recompusieron canales bilaterales que habían sido “congelados” y que la unión entre las economías más grandes del Mercosur es “cada vez más necesaria” frente a “nacionalismos exacerbados”, “presiones proteccionistas” y “tendencias aislacionistas”, en referencia al panorama internacional tras la asunción de Trump, aunque sin nombrarlo.