Hebe de Bonafini se presentó ante la justicia y pidió ser querellante para que se investigue posible espionaje en su contra. En el escrito, la titular de Madres de Plaza de Mayo disparó: "
Desde hace meses que mi teléfono celular y el de la línea de las Madres demuestra signos de haber sido interceptado".
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El día 18 de noviembre de 2016 tras denunciar públicamente hechos ante el Papa Francisco, en el trascurso de un llamado personal se efectuó un zumbido agudo extremo, que a los pocos segundos produjo la interrupción y ocasiono la destrucción total del equipo", citó Bonafini como antecedente.
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Tales acciones, se encuentran exentas de la autoridad de los magistrados, (art. 19 CN) y de toda interferencia estatal, lesionando el límite establecido a la persecución publica de fines políticos", sentenció.
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