Las mujeres comenzaron a acercarse desde temprano al Congreso de la Nación, donde se desarrollaron talleres sobre violencia de género, y a Tribunales. Vistiendo cintas de color violeta, la concentración comenzó a las 16 en la plaza De los dos Congresos para dirigirse hacia Plaza de Mayo por tercer año consecutivo.
Una bandera violeta portada con la consigna
"Ni una menos - Vivas nos queremos - El Estado es responsable" fue portada por referentes del colectivo #NiUnaMenos y, detrás de ella, miles de mujeres que se sumaron a esta movilización que se realiza por tercer año consecutivo.
Dentro de los reclamos, se pudieron ver banderas que exigían la libertad para Eva Analía "Higui" De Jesús, de 42 años, detenida desde octubre de 2016 por matar a un hombre mientras intentaba escapar de una patota que buscó abusar sexualmente de ella por su orientación sexual. Además, se divisó una gran cantidad de banderas pidiendo la libertad de Milagro Sala, detenida hace más de un año en Jujuy.
La columna llegó a Plaza de Mayo y a las seis de la tarde comenzó el acto central donde la periodista Liliana Daunes y la Madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas leyeron el documento consensuado por todas las organizaciones que participan del colectivo #NiUnaMenos y que fue debatido en cuatro asambleas realizadas los viernes previos a la movilización.
En el documento reclamaron la
"prevención y cuidado, igualdad y justicia social. La demanda al Estado, tanto al gobierno de Mauricio Macri y la alianza Cambiemos como a los gobiernos provinciales, es clara: se trata de las políticas integrales de prevención de la violencia patriarcal y respuesta adecuada a las víctimas".
Además, señalaron que "nunca pedimos el endurecimiento de las penas: tampoco menos libertades. Hablan por nosotras y dicen que queremos menos libertades sociales a cambio de una protección que nunca llega, pero esos pedidos siempre se vuelven contra el pueblo; sobre todo contra nosotras, que a la vez que nos dejan indefensas, nos criminalizan cuando queremos defendernos y nos persiguen cuando hacemos oír nuestro grito".
El documento denunció que
"hay en la Argentina dos presas paradigmáticas, Higui, presa política del patriarcado por defenderse de sus violadores, y Milagro Sala, por protestar contra el Gobierno, son demandas inclaudicables de este movimiento". Al respecto añadieron que "jóvenes activistas son perseguidas y antiguas militantes encarceladas. Filman asambleas de estudiantes secundarios, hostigan a las pibas en los barrios y persiguen a mujeres que abortan. Denunciamos el plan sistemático de persecución a las feministas en toda América Latina, y en Argentina en particular". Además, señalaron que "el Estado no busca a las jóvenes desaparecidas, supliendo la desidia con gestos, como publicar en el Boletín Oficial una recompensa por los datos sobre Araceli casi dos semanas después de que su cuerpo había aparecido".
Durante el acto, repudiaron distintas formas de violencia de género y reclamaron políticas contra la trata de personas, la reivindicación de la legalización del aborto, la implementación de políticas de acceso real a los derechos para la población trans y el repudio a la criminalización de la protesta social.
Según el Registro Nacional de Femicidios que lleva la Corte Suprema, en 2016 fueron asesinadas 254 mujeres y travestis, es decir que se cometió un crimen cada 35 horas.
