A pesar de que el presidente
Mauricio Macri, la gobernadora bonaerense
María Eugenia Vidal e incluso el titular del Sistema Federal de Medios Públicos,
Hernán Lombardi, buscan vender que no ajustarán el Estado y que defienden la libertad de expresión, a horas del Día del Periodista
la agencia Télam decidió echar a cuatro trabajadores, lo cual provocó inmediatas medidas de fuerza de los sindicatos de prensa que funcionan en la empresa.
La historia comenzó el viernes por la noche,
cuando la agencia conducida por Rodolfo Pousá y bajo la órbita de Lombardi anunció el despido de Andrea Holgado, trabajadora del área Audiovisual, hecho que se consumó ayer con el envío formal del telegrama.
“Hoy fui formalmente despedida de Télam después de dos semanas de acoso laboral y persecución política por parte del gerente de contenidos audiovisuales Pablo Plá (ex notero de Crónica) y el maltrato y prepotencia de la subgerenta de nuevas tecnologías Magdalena Cash quien dijo ´que ella tenía autoridad para cambiarme las tareas cuando quisiera´ desconociendo que se encuentra en un espacio laboral donde hay derechos porque se trata de trabajadores y no engranajes que se ponen y se sacan. El argumento del despido es ´conducta inapropiada´, lease: Negarme al cambio compulsivo de tareas", denunció Holgado.
La empresa ensayó una dura respuesta en la que acusó a la empleada despedida de incurrir en un "extraño derrotero" que, según su versión, incluyó "amenazas" a superiores jerárquicos, ausencias a su trabajo y una "errada actitud de maltrato seguida por cartas documento irracionales".
Sin embargo, desde el Sitrapren desmintieron las argumentaciones de Télam y denunciaron que se trata de un caso de
"persecusión" y
"hostigamiento": "El Sindicato de Trabajadores de Prensa (SITRAPREN), Personería Gremial N°1880, repudia y rechaza la actitud de los directivos de Télam S.E. para justificar el intento de despido de la trabajadora Andrea Holgado, del área Audiovisuales, y lamenta los términos utilizados en un comunicado oficial difundido a través de Intranet, los cuales vislumbran un comportamiento reñido con las leyes y lo estipulado por la Constitución Nacional en su artículo 14 bis".
En esa línea, los gremialistas aseguraron que intentaron
"comunicarse con el Vicepresidente del Directorio, Ricardo Carpena, y el vocero Carlos Rosendo Villoldo, pero ninguno contestó los llamados", mientras que
"sí lo hizo la subgerenta del Área Audiovisuales, Magdalena Cash, quien -al ser consultada telefónicamente por este Sindicato- nunca habló ni de amenazas ni de negativa a trabajar de la compañera, su única respuesta fue que ´el tema excedía a su subgerencia´, que habláramos ´con Luis Quinteiro, Gerente de Recursos Humanos, o el Directorio´".
"Por ello, resulta llamativa la versión comunicada hoy por las autoridades de Télam", concluyeron desde ese sindicato, que realizó hoy una retención de tareas de 12 a 15 "contra la persecusión ideológica e intento de despido".
Sin embargo y no conforme con esto,
la gestión PRO de la agencia avanzó un paso más y anunció tres despidos más, en este caso de trabajadores contratados que la administración de Pousá se había comprometido a pasar a planta a través de un documento firmado por las autoridades de la empresa.
"La Asamblea General se declaró hoy, por UNANIMIDAD, el CESE DE TAREAS, desde ahora y hasta las 18.30 ante el conocimiento de tres nuevos despidos, que se suman al ya consumado la semana pasada. El jueves habrá otro cese de tareas entre las 13 y las 17 para permitir la participación en la movilización de todos los trabajadores de prensa del país al Ministerio de Trabajo de la Nación (partimos a las 13 desde la puerta de Belgrano 347)", denunció hoy la Comisión Gremial Interna del Sipreba, el otro gremio que actúa en Télam.
Esto ocurre tras el proceso de "persecución laboral y política" desatado particularmente en la gerencia Audiovisual luego de que el periodista de Clarín Nicolás Wiñazky publicara un informe en el que hablaba de "200 trabajadores kirchneristas que aún se desempeñan en la agencia". Es por eso que el despido de cuatro trabajadores en menos de cinco días es observado con temor por periodistas y empleados de la agencia, que señalan que podría ser el comienzo de una "caza de brujas".
