Las
redes sociales se han convertido en un factor fundamental para la
política. Campañas electorales que se basaron en el contacto con los vecinos mediante ellas, o la instalación de temas de debate convirtieron a estos espacios en un actor privilegiado. En ese marco, una nueva figura hizo su aparición hace algunos años, profundizándose cada vez más:
los famosos "trolls".
Los trolls son cuentas falsas que buscan instalar cierta temática y generar ruido, dejar en una posición incómoda a ciertos actores o enviar mensajes propios y hostigar a opositores. Según un estudio de la
Universidad de Oxford titulado "Troops, Trolls and Troublemakers: A Global Inventory of Organized Social Media Manipulation" ("Tropas, Trolls y Problemáticos: Un Inventario Global de Manipulación em Redes Sociales")
nuestro país está entre los 28 países que operan con este tipo de usuarios anónimos, publicó el diario Perfil.
Frente a la denuncia del "call center PRO" o
"los trolls de Marcos Peña", el director nacional de Internet del Ministerio de Modernización,
Nicolás Pechersky, le dijo a ese diario que les llegan ofrecimientos de campañas negativas y trolls pero Marcos Peña, jefe de Gabinete, siempre le responde que "
La energía es una sola, no la gastes en esto".
Según un especialista consultado por Perfil, "
los trolls son muy fáciles de identificar porque su contenido es siempre exclusivamente político, y basado en criticar hasta el cansancio a alguien o defenderlo de cualquier crítica". Normalmente utilizan la misma metodología y usan " influencers o grandes cuentas que contienen un mensaje político para luego reproducirlo en cuentas falsas diferentes".
Hay tres tipos de usuarios falsos: Los "
bots", que son los que se dedican simplemente a replicar, compartir y retuitear un mismo mensaje con el objetivo de convertirlo en tendencia; los "
fakes", usuarios falsos que se hacen pasar por personajes reales o inventados; y los "
trolls", que emiten mensajes propios y agreden a otros usuarios. Suelen ser manejados por una persona de manera independiente pero también lo hacen bajo órdenes políticas.