14.11.2017 / DECLARACIONES

La iglesia preocupada por la reforma laboral: "Pedimos que no se vulneren derechos"

Oscar Ojea, el obispo que fue elegido para encabezar la Conferencia Episcopal advirtió que "para la doctrina social de la Iglesia el trabajo no es una mercancía” y pidió una audiencia con el presidente Mauricio Macri. Además, resaltó la necesidad de “conservar los puestos de trabajo".



Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal, se refirió al proyecto de reforma laboral y habló sobre la necesidad del diálogo entre los argentinos. Al responder  acerca del proyecto del Gobierno sobre reforma laboral dijo que “para la doctrina social de la Iglesia el trabajo no es una mercancía sino un ordenador de la vida” y resaltó la necesidad de “conservar los puestos de trabajo y que no se vulneren los derechos laborales”.

Durante la conferencia de prensa, estuvo acompañado del cardenal Mario Poli, vicepresidente primero, y del secretario general, Carlos Malfa, obispo de Chascomús. También estuvo presente el sacerdote Jorge Oesterheld, quien reasume su labor como vocero y secretario de prensa del Episcopado, cargo que ya había ocupado en el tiempo en que el entonces cardenal Jorge Bergoglio ejercía la presidencia del organismo episcopal argentino.

En esa línea, advirtió que los obispos estarán “al lado de estas situaciones” siguiendo el desarrollo del tema. Y agregó también que “nuestro lugar (el de los obispos) es de pastores, no de técnicos ni de políticos” y desde esa perspectiva “queremos contribuir al diálogo, junto al pueblo, juntos a nuestros hermanos los pobres” porque “la deuda social es enorme”.

En su diálogo con la prensa, Ojea dijo también que es preocupación de los obispos “trabajar para que nadie quede excluido” y “contribuir como pastores al diálogo de los argentinos”, manifestaciones que se ubican en la línea de pensamiento ya conocida del obispo de San Isidro en su gestión en los años precedentes como Presidente de Cáritas.

Ojea dijo también que el “narcotráfico ha crecido y está creciendo” en el país y expresó su convicción de que “en los barrios es raro que haya un joven que no haya consumido”. Sin embargo, sostuvo que “no hay que criminalizar, ni estigmatizar, hay que crear una red de contención, un espacio donde puedan hablar, salir de sí mismos para encontrarse”.