Con un comunicado oficial, la Cancillería argentina argumentó sus las razones para vetar la participación de 64 representantes de la sociedad civil en la 11º Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La explicación llega después de que se difunda que Jorge Faurie ordene a las embajadas y consulados argentinos denegar visados a activistas, académicos y militantes pertenecientes a organizaciones de 17 países.
“Llamamientos a manifestaciones de violencia a través de las redes sociales, expresando su vocación de generar esquemas de intimidación y caos”, relata el comunicado oficial. En la misma línea la exministra Susana Malcorra le remarcó al diario Página 12 que la decisión fue tomada luego de “revisiones de antecedentes realizadas por el Ministerio de Seguridad y la Agencia Federal de Investigaciones”.
El Gobierno se vio obligado a revisar las acreditaciones vetadas ante la presión de la comunidad internacional ya que se han dejado fuera a organizaciones con reconomiento en el mundo como Oxfam Alemania, Attac Francia, Attac Noruega, Trasnational Institute de Holanda, Global Justice Now de Inglaterra y Derechos Digitales de Chile, entre otras.
“Fue una decisión basada en recomendación técnica. Se están revisando casos puntuales. Es cierto que existe un número de aplicaciones que no fue aprobado pero el número de acreditaciones es record y mayor a las anteriores conferencias. Hay que tener en cuenta a quienes sí se autorizó. Los afectados tienen elementos para cuestionar la decisión pero hay que sopesar”, argumentó Malcorra.
La red Our World is Not for Sale donde participan gran parte de las organizaciones excluídas señaló que "el gobierno argentino prohibió la participación de muchas ONG pero Philip Morris y otros intereses corporativos multinacionales son bienvenidos. Demuestra el intento por distorsionar el resultado de la conferencia”.
Por último, Malcorra que oficia como parte organizadora comentó que “es un contexto complejo por la posición de algunos países muy activos en la organización. No solo Estados Unidos sino también el Brexit en Europa. Las negociaciones que son difíciles y complejas ahora tienen un contexto político mayor. Está muy empastado”,
