"La inflación no va a ser un problema en mi gobierno", aseguró el entonces candidato presidencial
Mauricio Macri en plena campaña electoral, la que lo llevó a la Casa Rosada. Parece que
le pifió fuerte:
en 2016, el primer año de gestión PRO, los precios estallaron y llegaron a 41% y en 2017, segundo período de mandato macrista, mientras el gobierno nacional había proyectado entre 12 y 17%, finalmente el INDEC confirmó hoy que diciembre tuvo un 3,1%, con lo cual el incremento del costo de vida anual fue de 24,8%, el doble que lo estipulado por el Ejecutivo PRO.
De esta manera, la inflación de diciembre fue más alta de la que planificaba la Casa Rosada y la más alta de todo el año, con lo que termina por encima de la meta pactada para 2017. Según publicó el organismo oficial,
el Indice de Precios del último mes del año pasado fue de 3,1% y cerró el año en 24,8%.
Los datos de 2017 pueden leerse de dos maneras: de la que quiere el Gobierno, es decir como una fuerte baja respecto a 2016, cuando se alcanzaron los 21 puntos; por otro, quedaron lejos de la meta de 12% a 17% que se había planteado el Gobierno en el presupuesto y duplicaron esa medida.
Con la excepción de Venezuela, que se encuentra atravesando una dura crisis en la que inciden elementos extranjeros, para dolor de cabeza de Macri la inflación argentina fue la más alta de toda la región. Por ejemplo: la inflación de sólo un mes en la Argentina equiparó a la suba de todo 2017 en Brasil.
En algunos lugares, los más afectados, la suba de precios que cerró el INDEC para todo el año superó la media nacional.
Mientras que para todo el país 2017 se clausuró en un 24,8%, en el Gran Buenos Aires y la región pampeana quedó en un 25% clavado, y en cuyo, peor aún, alcanzó un 25,5%.
Los analistas de distinto color y signo político señalaron que de los números del oficialismo expresan que
en la cifra final incidieron fuerte las subas en las tarifas de servicios públicos. En este sentido,
anticipan un arranque complicado con los precios en 2018. Además de que aún restan los anuncios de suba de agua, luz y gas entre febrero y abril, el Gobierno ya adelantó que aumentará el boleto de colectivos (el tramo más corto se irá de 6 pesos a 8), trenes y subte (de $ 7,50 a $ 10 en una primera etapa). También se incrementaron las prepagas, que ya habían tenido una suba en diciembre, y podrían sumarse los combustibles cuando el ministro de Energía, Juan José Aranguren, les dé luz verde.
La curva de 2017 obligó al Gobierno a cambiar las metas de inflación , en un anuncio que vino elaborando desde abril del año pasado. Así, se pasó de un 10% a 12% en 2018 a un 15%. Pero ni siquiera con este corrimiento, admiten los propios economistas del oficialismo, la pauta será sencilla de cumplir. Una señal de que la pelea será complicada la dio ayer el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger. Si bien debió alinearse con la orden de la Casa Rosada de bajar las tasas de interés, para no enfriar la economía, lo hizo de modo híper gradual y se ganó un tirón de orejas cuando lo bajaron de un viaje: se redujeron de 28,75% a 28%.
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