20.01.2018 / PARTICIPACIÓN PÚBLICO PRIVADA

PPP, el sistema mimado de Macri para la obra pública entró en colapso en Gran Bretaña

El plan de Participación Público Privada fue publicitado por el Gobierno como aquél que posibilitará más trabajo y oportunidades. Sin embargo, este sistema "mimado" por el Ejecutivo entró en crisis esta semana en Gran Bretaña.


En noviembre pasado, en un Centro Cultural Kirchner colmado de ejecutivos, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró que el Plan de Participación Público-privado (PPP) para la realización de obras de infraestructura “implica más trabajo, más oportunidades y, sobre todo, la posibilidad de acelerar, en esta nueva etapa de la Argentina, la construcción de la confianza”.

El Gobierno aseguró que hay en carpeta 59 iniciativas por 26.000 millones de dólares que se pondrán en marcha en los próximos tres años y medio a partir de la implementación de una de las "leyes insignia" de la gestión de Mauricio Macri, aprobada por el Congreso en noviembre de 2016.

Puntualmente, en los proyectos de PPP, el sector privado busca su propio financiamiento para una obra, que debe ser rentable para las empresas pero no significa que el Estado garantiza ese beneficio.

Pero el sistema "mimado" por el Gobierno nacional entró en crisis esta semana, a partir de la quiebra en Gran Bretaña del grupo de construcción y servicios Carillion, uno de los mayores contratistas del Reino Unido y participante en este tipo de esquemas de financiamiento de obras de infraestructura.

La constructora británica fue responsable de edificios emblemáticos en Londres como la Royal Opera House o el museo Tate Modern y presta también servicios a líneas de ferrocarril, al tiempo que en julio pasado se adjudicó contratos para la construcción de la línea de alta velocidad que conectará Londres con el Norte de Inglaterra.

"La suerte de Carillion es un recordatorio de un dogma -uno que, como el que proclamó la superioridad del sector privado, era parte de la idea de las PPP y que ahora aparece fuertemente dañado. Es la noción de que el financiamiento público es malo, un pecado de las políticas públicas a ser evitado a cualquier costo", señaló el columnista Jonathan Freedland, del diario The Guardian, al analizar la situación.

El analista señaló que esa idea llevó a los exprimeros ministros Tony Blair y Gordon Brown "a tomar el instrumento de la PPP, forjado pro John Mahor e impulsarlo".

"Estaban perseguidos por la acusación de que el Partido Laborista era congénitamente libertino con las finanzas públicas, de que sufría de incontinencia fiscal, lo que lo hacía aumentar impuestos, pedir créditos y gastar indiscriminadamente", señaló.

A su vez, el diario The Independent recordó tras el colapso de Carillion, que "desde hace 25 años, las PPP, la iniciativa de financiamiento privado y la política general de tercerizar contratos para construir y administrar servicios públicos fueron consideradas por todos los partidos como una suerte de panacea".

Para el diario, el colapso de Carillion "muestra los límites de la iniciativa PPP".

En tanto, el diario The New York Times señaló que "la quiebra de la compañía ecapsula un debate que tiene lugar hace largo tiempo en Gran Bretaña acerca de si tercerizar servicios públicos a empresas privadas es tan efectivo como se ha dicho".