En pleno debate público por el aborto legal, seguro y gratuito en todos los casos, los médicos del hospital público de Caleta Olivia se negaron a realizarle la práctica a una chica víctima de violencia de género. La joven llamada Dani cursa un embarazo de seis semanas producto de una falla en su método anticonceptivo.
La joven está en tratamiento psicológico por depresión, es víctima de violencia por parte de su pareja y sus familiares, no tiene trabajo y vive en una casa precaria. Ante su desesperante situación, la mujer recurrió al Hospital Zonal de Caleta Olivia a pedir la interrupción legal del embarazo y se lo negaron.
Cabe recordar que a través de una resolución en 2012,
Santa Cruz adhirió al Protocolo Nacional para la atención integral de las personas con derecho a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE).
Esto quiere decir que debe ser implementado en todos los hospitales públicos y establecimientos privados en los casos en que la mujer sea "idiota o demente", corra riesgo su salud o la del feto, y cuando sea producto de una violación (para lo cual no se necesita denuncia ni autorización policial, ni judicial; sólo una declaración jurada).
Pero el servicio de Ginecología del hospital de Caleta Olivia consideró que a Dani
"no le corresponde el acceso a la práctica porque su salud psicológica no se encuentra en riesgo, porque ella no es paciente habitual del hospital público y además todos los médicos del servicio son objetores de conciencia”, explicaron desde la organización Socorro Rosa de Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut.
