Preocupación y reuniones ante las más de 200 mil personas que se reunieron en 9 de Julio y Belgrano para protestar contra el ajuste del Gobierno de Cambiemos. Bien podría ser esa la respuesta a la pregunta acerca de qué le pasó y qué hizo el presidente
Mauricio Macri ante la
multitudinaria manifestación que se produjo en su contra hoy. Él mismo, allá por junio de 2012, dijo que una convocatoria similar a la de hoy fue
"un llamado de atención" para
Cristina Fernández de Kirchner.
Pero no. El jefe de Estado ni se preocupó, ni se reunió con sus funcionarios para analizar cómo seguir ni parece haber considerado lo ocurrido como un llamado de atención.
Mientras los discursos de los dirgentes gremiales comenzaban, Macri estaba en Entre Ríos cocinando mermelada.
Es que
el líder PRO visitó La Criolla, un pequeño municipio del departamento de Concordia, Entre Ríos, lugar en que lo llevaron a conocer a Anni Reeschuch, dueña de "Suessigkeiten", un emprendimiento dedicado a la elaboración artesanal de mermeladas, productos en almíbar y panificados, y allí se sacó fotos simulando cocinar.
"Es el día correcto", había dicho provocativamente antes Macri, tras asegurar que visitaba la provincia de Entre Ríos "por décima vez", ya que
Gustavo Bordet, gobernador provincial peronista, festejaba su cumpleaños número 56.
Por la mañana, el jefe de Estado había encabezado un acto junto al mandatario entrerriano. Tambén estuvieron el ministro del Interior,
Rogelio Frigerio, el de Agroindustria,
Luis Etchevehere, el secretario general de la Presidencia,
Fernando de Andreis, y el intendente local, Enrique Cresto.
Por la tarde, cerca de las 15.30, cuando el acto finalizada con las palabras de
Hugo Moyano, el Jefe de Estado regresaba a la Quinta de Olivos, según el portal Infobae, para recibir a integrantes de su gabinete de ministros y, posiblemente, analizar si seguían con su línea discursiva de ningunear la masiva movilización opositora.
