A través de un dictamen no vinculante,
la Procuración General de la Nación interino Eduardo Casal dio luz verde al desembarco de Farmacity en la provincia de Buenos Aires. Ocurre tan solo
a dos días de que el vicejefe de Gabinete Mario Quintana reconociera que sigue teniendo acciones de la compañía y que las venderá en lo sucesivo, con lo que el funcionario hará un negocio multimillonario si la Corte Suprema resuelve en el mismo sentido que el jefe de los fiscales puesto a dedo por Mauricio Macri.
Casal, el reemplazante de la echada Alejandra Gils Carbó, dictaminó que
uno de los artículos de la Ley de Farmacias que rige en la Provincia desde hace más de tres décadas -sobre el que se sostiene la posición opositora de los farmacéuticos- es "inconstitucional", y así se puso en contra de la jurisprudencia bonaerense consolidada durante años por todas las instancias, incluida la Corte Suprema provincial. Con esta postura, se abriría el espectro de las farmacias que pueden operar en el territorio.
De esta manera,
si la Corte Suprema, que hace equilibrio en el marco de los chispazos entre Ricardo Lorenzetti y el macrismo, resuelve en el mismo sentido que Casal, Farmacity podrá operar en la Provincia con la inevitable consecuencia de la multiplicación del valor de la compañía, casualmente justo antes de que Quintana se desprenda de las acciones que le quedan.
No es nueva la estrategia para ganar dinero en Cambiemos,
al menos así es que la justicia investiga si la familia Macri no operó de este modo con la venta por 20 millones de dólares de sus acciones de Autopistas de Sol, la concesionaria de la Panamericana, tras los fuertes tarifazos determinados por los propios gobiernos macristas.
A eso mismo se dedicaba Quintana antes de llorar por la "sonrisa" y la "mirada" de María Eugenia Vidal, la gobernadora bonaerense que lo llevó a la política:
la principal actividad del funcionario cuando operaba en el mundo privado a través de su fondo Pegasus era fundar empresas, aumentar el precio de sus acciones y luego hacerlas dinero.
Tras dos años y medio en el Gobierno de Macri y luego de varias acusaciones de conflictos de intereses por su pasado en el mundo privado, si bien Quintana anunció en una entrevista televisiva que venderá sus acciones, no definió cuándo lo hará ni cómo será el proceso.
La decisión del inminente fallo de la Corte que podría disparar hacia arriba el beneficio económico para Quintana generó que en su momento se autoexcluyeran de la causa los jueces Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti por su pasado al servicio de Farmacity y de Quintana. El primero de ellos trabajó para funcionario y el segundo tuvo en su equipo durante su gestión como ministro de Justicia a una abogada que ahora trabaja en la cadena.
