05.05.2018 / RADIOGRAFÍA

La aliada de Clarín que el Gobierno designó para regular las comunicaciones

Silvana Giudici fue diputada por la UCR, legisladora PRO, y buscó la Jefatura de Gobierno porteña. Acérrima opositora a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, defendió el DNU de Macri que reformó aspectos claves de la normativa.




La nueva titular del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), Silvana Giudici, tuvo una vida activa en la política. Desde joven militó en la Unión Cívica Radical, partido por el que fue diputada nacional. Luego se desempeñó como legisladora porteña por el PRO y actualmente es la presidenta del organismo que regula las comunicaciones en el país.

Giudici se crió en el sur de la Ciudad de Buenos Aires. Vivió en San Telmo hasta muy chica, los 5 años, cuando falleció su madre. Después de eso, se mudó con su padre al barrio de La Boca y vivió en el complejo Catalinas Sur. En el colegio estatal Carlos Della Penna, realizó la primaria, comenzó su militancia en la UCR y conoció a Marcelo, quien luego se convertiría en su esposo. Según confesó al diario Clarín hace varios años, fueron compañeros de colegio y le pidió ser novios a los 9 años. A los 20 se casaron y tienen dos hijas.

La flamante presidenta del ENACOM se desempeñó como diputada nacional por la UCR entre 2003 y 2011. Durante ese tiempo, presidió la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara baja. En marzo de 2009, en pleno calor por el debate del proyecto que en octubre se convertiría en Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, Guidici se manifestó en contra de la iniciativa del kirchnerismo: “En vez de una ley que pretende ampliar el acceso de voces que hoy no tienen voz en el espectro radioeléctrico lo que está haciendo es cercenar los derechos de algunos y direccionar el negocio al permitirle a las empresas de servicios públicos, a las telefónicas, entrar en el mercado de la radiodifusión”. Además, advirtió que con la Ley se iba camino a la “monopolización en el nuevo régimen” y que esto significaba una “mordaza a los medios independientes”, en línea con el lema "TN puede desaparecer". 

En 2011 buscó la Jefatura de Gobierno pero consiguió sólo el 2,06% de los votos. Ya en 2013 concretó su paso de la UCR al PRO para desempeñarse como subsecretaria Coordinadora de Planes Estratégicos del Gobierno porteño hasta 2015, cuando fue electa legisladora. En el 2016, fue designada como Directora del ENACOM, organismo presidido, hata ayer, por Miguel De Godoy. 

Siempre vinculada a la comunicación, Giudici creó en 2011 la Fundación LED (Libertad de Expresión + Democracia), un organismo no gubernamental destinado a la protección de la libertad de expresión. Según reseñó el portal Infonews, los integrantes del directorio tienen una línea muy marcada: el secretario del organismo, Pablo Lestingi, era un activo convocante a los cacerolazos contra el gobierno kirchnerista vía redes sociales. El consejo asesor es presidido por Felix Loñ, quien asesoró a Jorge Rafael Videla durante la última dictadura militar. Además, también hay un lugar para José Ignacio López, vocero del diario La Nación y autor de la biografía oficial de Héctor Magnetto. Una línea directa con los grandes medios hegemónicos.

Giudici fue una fuerte defensora del DNU de Mauricio Macri que modificó aspectos centrales de la Ley de Medios, como los artículos que prohibían la venta de medios audiovisuales, lo que facilita la integración de cadenas privadas; la eliminación de topes a la cantidad de ciudades en los que pueden operar las empresas de cable; y la eliminación de restricciones a la propiedad cruzada de televisión por cable, radio abierta y tv abierta.

La ahora titular del ENACOM se mostró "enfática en defender el DNU que vino a subsanar caprichos de la ley audiovisual. Fue un cambio de política que dijo: primero, se termina el conflicto con los medios de comunicación; aquí el gobierno ya no quiere interferir en la línea editorial de nadie; se fijan condiciones claras de juego y todos tienen que cumplir; segundo, a partir de ese DNU unificó los organismos de control para tener eficiencia administrativa; llegamos a encontrar más de 40.000 reclamos por tipo o categoría de expediente", tal como explicó en una entrevista a José Crettaz.

Pero también estuvo vinculada a escándalos por fuera de la comunicación. Como tesorera de la Fundación SUMA, envuelta en la polémica judicial por el robo de los sobres con dinero que Gabriela Michetti guardaba en su habitación, reconoció que "nunca" confeccionó un balance. Según confesó ante el juez Ariel Lijo, su designación fue sólo una formalidad.