03.07.2018 / Opinión

PRO Dolarización

Macri y el nuevo “Plan Cavallo”: FMI y Dolarización, dos pilares que generaron fuertes reacciones sociales en el pasado.

por Camilo Vaca Narvaja



El pensamiento liberal encontró en la “tragedia” una herramienta eficaz para imponer políticas estructurales regresivas. En el nombre del abismo inevitable se imponen reformas en desmedro de la sociedad. Mecanismo descripto muy bien en “La Doctrina del Shock” de Naomi Klein.

Al igual que en las puertas del primer intento de dolarización encarado por De La Rúa, el macrismo regresa con el mismo fantasma y los mismos asesores. El Gobierno vuelve a activar el “Plan Cavallo”: FMI y Dolarización, dos pilares que generaron fuertes reacciones sociales en nuestro país.

Tras el fracaso de la deuda como garantía de gobierno van por la tragedia de la dolarización. En el 2001 la sociedad se volcó a las calles para romper el proceso de transformación de esa falsa mariposa esgrimida por los medios como la única alternativa posible.

Hoy se comienza a hablar de un segundo intento de dolarización de nuestra moneda. Algo que no resulta extraño, ya que el dólar es la moneda de reserva personal de la mayoría de los funcionarios del gobierno, que, además, esconden sus fortunas en paraísos fiscales. Mientras aclaman la defensa de la República buscan la pérdida total de su soberanía, dando más autonomía al BCRA y asaltando los fondos de los jubilados, todas medidas promovidas por el FMI y abrazadas por los CEOS de Wall Street. 

La columna vertebral del gobierno fue la deuda, diseñaron su accionar en base a endeudarse a ritmos escalofriantes sin observar el cambio que se estaba produciendo en el contexto internacional. Apostaron un pleno a Hillary Clinton y a una globalización que promoviera las finanzas pero solo cosecharon errores. Mientras se consolidaba el proteccionismo de Donald Trump ellos mantuvieron su fe ciega en el paradigma neoliberal perimido llevándonos a una fuerte desregulación financiera y comercial acompañada de un mega endeudamiento.

Hoy el imputado Luis Caputo está en el centro de comando del Banco Central, un JP Morgan secundado por un Deutsche Bank, un combo inigualable e inverosímil en cualquier latitud del mundo, que, pese a las últimas medidas, fracasará nuevamente. Ya que es inviable en el actual contexto internacional y porque sus verdaderos objetivos es hacerles recuperar la renta a los fondos de inversión para quienes siguen trabajando y que perdieron rentabilidad con las LEBACS luego de la última corrida cambiaria.

Mientras el mundo condena los paraísos fiscales y caen gobiernos y ministros que ocultaban sus millones en el exterior, el gobierno de Macri los premia consolidando un nuevo paradigma financiero que coloca a un agente bursatil que busca la especulación financiera en el lugar donde se debe defender la moneda nacional. Este Gobierno contrajo una deuda histórica para financiar la fuga de capitales más dramática de la historia argentina.

Ante este complejo escenario, el gobierno repite la misma frase “lo peor ya pasó”, como si se tratara de un slogan redentor, cuando todo indica que, lamentablemente, lo peor recién empieza