15.08.2016 / ASISTE A CHICOS DEL NORTE DEL PAÍS

Un tren-hospital, paralizado porque el Ministerio de Transporte no acondiciona cuatro vagones

Comenzó a circular hace 36 años y atendió a más de 80 mil chicos de comunidades vulnerables. El año pasado un descarrilamiento e incendio frenaron el servicio. El Gobierno se comprometió a ceder cuatro vagones y convertirlos en espacios aptos para instalar consultorios. Pero las obras no comienzan y Fundación Alma teme por el futuro del tren pediátrico. Reclaman una reunión con Dietrich.




Hace 36 años la Fundación Alma, mediante un convenio con el Estado, puso en marcha un tren hospital que comenzó a circular por comunidades vulnerables de Salta, Jujuy, Tucumán, Chaco y el norte de Santa Fe. Desde entonces, más de 80 mil chicos fueron atendidos por pediatras, odontólogos, radiólogos y otros especialistas. A mediados de 2015, un descarrilamiento y un incendio destruyeron las instalaciones del tren. A fines del año pasado, Alma y el Gobierno anterior firmaron un contrato de comodato para la cesión de cuatro vagones y su acondicionamiento para poder convertirlos en espacios hospitalarios. Con el segundo semestre en curso, las obras siguen sin comenzar y la Fundación inició la campaña #TrenAlmaEnPeligro. Reclaman que los reciba el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, de quien depende la orden para avanzar.

“Ese contrato que se firmó al día de hoy se cumplió sólo a medias. Porque si bien se entregaron los cuatro vagones nunca empezaron las obras de interiorismo, con lo cual no podemos asegurar si podremos volver a viajar al norte. Esto depende exclusivamente de una decisión oficial para que las obras comiencen”, señaló en diálogo con Política Argentina Magdalena Pardo, miembro del Consejo de Administración de Alma. “El problema mayor es que hay una serie de comunidades que reciben al tren desde hace 36 años. Hay abuelos y padres que se atendían con el tren. Y la fundación lleva un seguimiento de cada paciente, por lo que un año sin tren representa la interrupción de un proceso de seguimiento y la pérdida de un tiempo que es irrecuperable”, advirtió.

Tras mantener reuniones sin solución con representantes de las áreas de Desarrollo Social, Transporte y la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado, la Fundación Alma lanzó una campaña de recolección de firmas a través de la plataforma Change.org, para “que el ministro de Transporte Guillermo Dietrich reciba a Fundación Alma”.

“El Estado fue históricamente un aliado de la Fundación en lo que era material rodante y tracción. Lo demás se financió siempre por donaciones”, aclaró Pardo. Y resaltó que las obras que se piden no incluyen la compra de equipamiento hospitalario, algo que corre a cargo de Alma. Sólo se necesita el acondicionamiento del interior de los cuatro vagones. “Le estamos pidiendo una reunión para que le podamos contar qué es lo que hacemos –enfatizó- Por qué es importante que lo sigamos haciendo, para que él pueda conocer de primera mano y pueda dar la orden para que empiecen las obras”.

Con los cuatro vagones en desuso guardados en el taller de Tafí del Valle, Alma envió de todos modos grupos reducidos de médicos –en auto o micro- a recorrer las localidades del norte. Pero sin equipos e instalaciones propias, la atención depende de los recursos sanitarios de cada comunidad. Y se trata de lugares que en algunos casos apenas tienen una salita de atención primaria. La semana pasada, durante el último viaje, en cinco días de trabajo sólo tres voluntarios atendieron a 323 chicos de pueblos de Tucumán, incluyendo a pacientes evacuados por las recientes inundaciones. Si el tren estuviera rodando, viajaría con una docena de profesionales a bordo.