Mauricio Macri se entusiasma con la épica de achicar la diferencia de 17 puntos que lo separan de Alberto Fernández pero en su afán por intentar dar vuelta lo irreversible la catastrofe puede ser peor. ¿Qué sería lo peor que le puede pasar al macrismo como poder político? perder la elección para la jefatura de Gobierno porteño y perder la conducción del Club Atlético Boca Juniors.
Este martes el actual mandatario Daniel Angelici llegó a la Casa Rosada para reunirse con el jefe de Gabinete Marcos Peña. No solo hubo agenda política respecto al futuro del radicalismo en la Ciudad, un terreno que el tano mira con buenos ojos para cuando deje la presidencia xeneize pero justamente fue la política del club la que ejerció como centro de la reunión.
"Marcos colabora como en 2015, pero tiene menos tiempo y más limitaciones entre sus funciones como jefe de Gabinete y de campaña", comentaron allegados, según publicó Clarín. La estrategia oficialista, los números necesarios para ganar y los ejes de la campaña de Christian Gribaudo fueron los puntos centrales que Peña quiso escuchar.
El cierre de listas en el club de Brandsen 805 sería el próximo 15 de noviembre, 19 días después de las elecciones generales que darían por terminada la aventura política de Mauricio Macri y en donde, como se mostró al comienzo de la nota, se podría poner en jaque la matriz del poder macrista. Así el macrismo transitaría el mes de noviembre con definiciones políticas importantes a nivel club y un hipotético ballotage en la Ciudad.
El oficialismo tendrá una dura prueba deportiva cuando Boca dispute las semifinales de Copa Libertadores con River tras la recordada final madridista que la Ciudad fue incapaz de cuidar y darle seguridad en un papelón histórico. Gribaudo, funcionario de Vidal al frente del IPS, cree que esa es la única traba que tiene para ser electo pero el escenario empieza a moverse.
Gribaudo, el candidato oficialista que sueña con el sillón de Mauricio
Del lado de la oposición Amor Ameal quiere revancha y se posiciona como el primer candidato junto al empresario Mario Pergolini. Lo que Ameal no entiende es que si la oposición no se une, el oficialismo ganará de nuevo.
Que en este momento político de Boca solo no puede nadie.
Lo mismo corre para Víctor Santa María y Santiago Carreras, los dirigentes peronistas que han puesto a la política nacional en microclima de rosca deportiva. Fotos con Alberto Fernández y Axel Kicillof con la camiseta del Boca que se utilizaron como posicionamiento desde afuera hacia adentro. Pero, ¿saben quienes son los que tienen que ir a votar en los primeros 10 días de diciembre?
Quizás este sea el error más grande que se repite hasta el momento, pensar que extrapolar el escenario electoral nacional al club puede causar efecto.
El macrismo generó una capa de poder que no termina en candidatos, el voto de las peñas y filiales del interior siempre es clave y claro está que al que vive en un radio bastante alejado de la comuna 4 poco y nada le importa lo que se proponga a nivel social. Y si la pelota entra menos le importará la paupérrima realidad de un club de fútbol sin otro tipo de disciplinas.
En esa clase política que le quiere disputar el club a Macri y Angelici también aparecen el exvicepresidente Royco Ferrari y el empresario José Beraldi, ambos atentos a los movimientos.
En el medio están los socios y las agrupaciones que trabajan por la unidad opositora que en diciembre termine con 24 años de macrismo en Brandsen 805, cuestión que hasta el momento parece un tanto complicada.
PD: ¿Román? Definió la fecha del partido despedida para después de las elecciones, todo un gesto para evitar caer en el paréntesis sobre esta cuestión. Negoció con el oficialismo el uso del estadio y una paz parcial. Su futuro político, al menos en el ámbito deportivo, quedará para 2023.
