Durante el año electoral el PRO multiplicó por 10 sus gastos, recibieron donaciones para su partido por $124 millones. Por su parte hubo 290 empresas que aportaron gran parte de lo recaudado, $84 millones para la campaña, que según indicaron desde el oficialismo se utilizaron para el año electoral.
Sin embargo
esos $124 millones no fueron declarados como gastos de campaña, sino como erogaciones de los partidos bajo la etiqueta “gastos de desenvolvimiento institucional”, indicó
La Nación.
Según la ley de financiamiento electoral esta prohibido el aporte de empresas para la campaña pero desde el PRO aseguraron que el dinero proviene de la cena de recaudación de fondos que se hizo en La Rural en marzo, previo a que se inicie la campaña.
Tampoco pueden otorgar financiamiento las empresas que sean concesionarias de servicios públicos.
Pese a esto
al menos 8 empresas contratistas del Gobierno porteño aportaron 500.000 pesos cada una a la campaña presidencial de Macri. Lo hicieron a través de sus dueños o ejecutivos para evadir la ley que prohíbe aportes de firmas vinculadas al Estado, según detallaron desde
Nuestras Voces.
¿Quiénes son?
–Gustavo Quiroga, propietario de la firma “Quiroga Agencia de Medios”, que tiene entre sus clientes al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y al Banco Ciudad.
–Gerardo Bonetto, integrante de la cúpula de LX Argentina, empresa de servicios de limpieza que tiene múltiples negocios con la Ciudad, como por ejemplo el mantenimiento de todos los edificios de la Policía Metropolitana.
–Antonio Gómez, empresario de la construcción titular de la empresa Maquivial, con numerosos contratos con el Estado porteño en asfaltado y bacheo
–Pablo Elías, presidente de la empresa Desobstructora Argentina SA, ganadora de licitaciones del Ministerio de Ambiente y Espacio Público Porteño.
–Teresa Zampino, esposa de Nicolás Maccarone, de Coinsa Construcciones, también adjudicataria de licitaciones millonarias del Ministerio de Ambiente.
–Mario Ángel Raspagliesi, presidente de la constructora Bricons, que tuvo a su cargo la construcción de parte del Metrobus, del MAMBA, del Parque Ciudad Universitaria y de varias comisarías de la Metropolitana y escuelas porteñas.
–Hector Pilla, presidente de Serbeco SA, empresa que tiene a su cargo el negocio “del mantenimiento de higiene urbana” en villas de la Ciudad.
-Eduardo Elsztain, mega desarrollador inmobilario, dueño los principales shoppings de la ciudad, aportó directamente desde su empresa IRSA – Inversiones y Representaciones SA. IRSA también arrienda el predio del BA Design al gobierno porteño.
También hubo aportes de agropecuarias, bancos privados, mineras y un canal de TV:
- Canal de TV:
América TV, del Grupo Vila- Manzano en copropiedad con Francisco De Narváez, donó 500 mil pesos.
- Sector agropecuario:
Campagro, Nidera, Cargill, entre otras empresas, fueron las aportantes y las primeras beneficiarias con las medidas de Cambiemos.
- Sector financiero:
Jorge Brito, dueño del Banco Macro, el Banco Mariva, el Nuevo Banco de Santa Fe y Guillermo Stanley, el ex ejecutivo del Citibank y padre de Carolina Stanley, actual ministra de Desarrollo Social de la Nación, pusieron casi dos millones de pesos.