14.04.2015 / Tras la carta abierta en reproche por recibir a la Presidenta

El Papa Francisco le respondió a Leuco y le agradeció por su carta

Luego de que el periodista Alfredo Leuco presentara una insólita carta abierta reprochándole Sumo Pontífice que recibiera por quinta vez a la presidenta Cristina Kirchner, en este caso dos meses antes de las PASO, en un gesto de humanidad el líder de la Iglesia católica le agradeció por el mensaje.


El periodista Alfredo Leuco, ferviente opositor al gobierno de Cristina Fernández, dio la nota la semana pasada luego de reprocharle en una carta abierta al papa Francisco que el próximo 7 de junio reciba a la mandataria argentina.

El reclamo de Leuco no era porque la visita se daba a dos meses de las primarias, momento en que la Presidenta estará en Europa por temas de agenda y no porque vaya especialmente a visitar al Sumo Pontífice. El insólito pedido se fundamentaba en que quien fue electa democráticamente para gobernar la Argentina no era lo suficientemente representativa para que el Papa la reciba por quinta vez desde que Jorge Mario Bergoglio se convirtió en Francisco.

Lo que le generó aún más estupor al periodista fue que Alicia Barrios -también periodista y muy cercana a Francisco- haya revelado que el propio Papa le pidió que "le mande muchos saludos" y le diga a la Presidenta que "la quiere mucho". Un hecho que, a la luz del reclamo de Leuco, parecería imperdonable.

En un gesto de humanidad, paz y entereza, Francisco le respondió a Leuco. Primero lo hizo mediante monseñor Guillermo Karcher, quien se comunicó telefónicamente con el periodista y le avisó que el Papa lo estaba llamando. Pero luego, una hora más tarde, fue el propio Francisco quien llamó al periodista cordobés, quien se encontraba preocupado por la reacción de la mayoría de los usuarios que lo estaban masacrando en las redes sociales. 

La respuesta del Papa Francisco:

“Estimado Sr. Leuco: Recibí su carta del pasado 9 (Carta abierta al Papa Francisco) y le agradezco de corazón que la haya escrito.

El tono sereno manifiesta la voluntad de comunicarse frontalmente y las disidencias se dicen con paz, fluidamente. No hay allí una sola agresión o alguna expresión altisonante. Y esta actitud edifica, une, es constructiva. Gracias, muchas gracias !

Me permito una confidencia. Al concluir la lectura de su carta me vino a la mente una de las Bienaventuranzas: “Felices los mansos, porque recibirán la tierra en herencia” (Mt 5, 4). La mansedumbre, esa actitud tan ligada a la paciencia, a la escucha, a la ponderación y que -a veces- en el imaginario colectivo se la confunde con pusilanimidad. Pero no es así: en realidad es la virtud de los fuertes. Nuevamente, gracias. Y, por favor, le pido que no se olvide de rezar por mí. Que Dios lo bendiga.

Fraternalmente,
Francisco”.