Luego del tercer lugar conseguido en las primarias abiertas de la Ciudad, el Frente para la Victoria (FpV) cambió su estrategia. De centrar su discurso en el PRO, el candidato oficialista Mariano Recalde pasó a apuntar hacia Martín Lousteau, el ganador de ECO, el segundo frente más votado.
El eje de las críticas es que al compartir una ideosincracia similar y estar aliado a nivel nacional con Mauricio Macri, el candidato apoyado orgánicamente por la Unión Cívica Radical (UCR) no es una oposición real sino una mera colectora que votará con el macrismo en la Legislatura.
"Lousteau critica el pasado de Larreta, pero está claro que los dos tienen un futuro en común. En muy poco tiempo los vamos a ver compartiendo el mismo espacio político de cara a las elecciones presidenciales", advirtió Recalde en diálogo con Infobae. En ese sentido, dijo que el 5 de julio la polarización no es entre Lousteau y Larreta sino
entre el FpV y ECO-PRO.
Votos radicales
La segunda parte de la estrategia kirchnerista será convencer a aquellos radicales desencantados con la "derechización" de la UCR al sellar un pacto con el PRO. Para ello, el oficialismo dejó trascender que quien podría ser el compañero de boleta de Recalde en las elecciones generales es el radical alfonsinista
Leandro Santoro, con quien visitó hace algunos días el barrio de Caballito, bastión histórico del radicalismo en la Ciudad.
Sin embargo, otros que suenan como posibles acompañantes del presidente de Aerolíneas Argentinas son en primer lugar
el sciolista Gustavo Marangoni, y en menor medida, la ministra de Cultura, Teresa Parodi, y la economista Fernanda Vallejos. La decisión se conocerá el jueves.
