10.08.2017 / La pelea electoral

Concejales: la otra disputa electoral bonaerense

La centralidad de los comicios del domingo en la Provincia de Buenos Aires no solo estará en los cargos al Congreso nacional y a la legislatura provincial, también habrá una batalla importante en los municipios que renuevan concejales. Mirá lo que se pone en juego.




En los 24 municipios del Gran Buenos Aires cumplen funciones un total 560 concejales y en las elecciones de octubre estarán en disputa 280 bancas, lo que concentrará la atención política a nivel local en ese territorio estratégico.

Veinte de los Departamentos Deliberativos (Concejos Deliberantes) están compuestos por 24 concejales y cuatro (Hurlingham, Ituzaingó, San Fernando y Ezeiza), por 20 concejales. Los Concejos se renuevan cada dos años por mitades. Es decir que se eligen 280 concejales en el Gran Buenos Aires en cada comicio. En 20 municipios se eligen 12 concejales y en cuatro, 10 ediles.

De acuerdo a un informe del Centro de Estudios Metropolitanos (CEM), si se toma en consideración los 24 municipios del Gran Buenos Aires, se verifica que, en las elecciones de 2013, el Frente Renovador (FR) obtuvo el 40,01% de los votos en la categoría concejales, con lo que sumó 136 bancas, el 48,57% de las que estaban en juego en la región. El Frente para la Victoria (FPV) obtuvo 97 bancas, poco más del 34 por ciento, a partir de la sumatoria del 32,85% de los votos (si se suman los que obtuvo

Nuevo Encuentro en Morón, distrito donde no se presentó el FPV). A su vez, el Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS), sumó 27 bancas, casi el 10 por ciento -en su mayoría, dirigentes provenientes de la UCR-, a partir de obtener el 8,58% de los votos. En esa elección, el FR se impuso en 17 municipios del Gran Buenos Aires, el FPV sólo en 6, mientras que en San Isidro se impuso un partido local.

Desde la elección de 2013 hasta 2015 hubo reacomodamientos en los bloques de concejales, al ritmo del desgajamiento de intendentes que sufrió la fuerza de Sergio Massa. Se trató de un éxodo de jefes comunales desde el FR al FPV, a lo que en otros casos se sumó un cambio de signo político hacia Cambiemos en 2015 en cuatro distritos en los que se había impuesto el FR en 2013. En este sentido, en no pocos municipios los concejales que ingresaron por el FR en 2013 pasaron a conformar bloques menores que eventualmente respaldan iniciativas de los oficialismos locales.

De esta forma, los reacomodamientos políticos generados durante los últimos años hacen que en la elección de octubre de 2017 las distintas vertientes del peronismo sean las que más bancas ponen en juego en esta elección (unas 115 en total). A ellos les sigue el frente que lidera Sergio Massa, que pone en disputa casi 80 bancas. Cambiemos es el que menos bancas pone en juego en el conurbano, unas 40 en total.

La mayoría de los concejales del oficialismo nacional fueron electos en 2015 por lo que sus mandatos finalizarán recién en 2019. Esta situación coloca a la fuerza del presidente Mauricio Macri en una buena posición para ampliar su influencia en los concejos deliberantes del Gran Buenos Aires, situación semejante a lo que ocurre en la legislatura provincial.