Fernando de la Rúa declaró ayer como testigo en el juicio oral por el Megacanje realizado durante el gobierno de la Alianza y defendió al ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, acusado de negociaciones incompatibles con la función pública: "Cavallo actuó de una manera irreprochable", aseguró
Además, agregó: "El Megacanje no era una urgencia, era una necesidad" y resaltó que tras la salida de los anteriores ministros de Economía por la difícil situación que atravesaba el país con incumplimientos y "la necesidad de sostener la convertibilidad", es que decidió convocar al Ejecutivo a Cavallo
En la misma línea, dijo: "Todos me pedían por Cavallo: su misión era reactivar la economía" y agregó: "Es un disparate acusar al doctor Cavallo por negociaciones incompatibles con la función pública por convocar a los bancos. Su función era convocar a la mayor cantidad de bancos posible, eso es lo que permite que la operación sea exitosa"
Por otra parte, destacó: "Si Cavallo hubiese tenido un interés particular en el canje lo hubiera despedido pero él actuó de manera irreprochable, ha sufrido muchas persecuciones" y cargó contra el ahora camarista Jorge Ballestero que llevó adelante la instrucción: "Lo que hizo fue ilegal"