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La división Jurídico Contable realizó ayer allanamientos en la casa de Sara Garfunkel, la de Sandra Nisman y en las dos sedes porteñas del banco Merrill Lynch, como parte de la investigación sobre la cuenta que el fiscal tenía en Estados Unidos y que nunca declaró.
Sandra Arroyo Salgado, la ex esposa de Nisman, había revelado ante la fiscal
Viviana Fein que
Nisman tenía una cuenta en el exterior en la que
Garfunkel, Sandra Nisman y Diego Lagomarsino serían los titulares y en la que el fallecido fiscal figuraría como un simple apoderado. A partir de allí se abrió un causa que apunta a establecer
presuntas maniobras de lavado de dinero.
Según informó el diario Página/12, durante los procedimientos la policía no encontró a nadie en las viviendas de Sara y Sandra, ambas en Belgrano. Cuando estaban por abrir con un cerrajero, llegó Sandra y pronto avisó a su madre. Tal como había trascendido, al departamento de Sandra llegaban los resúmenes de la cuenta de nueva York, pero ayer
no aparecieron ni esos papeles ni ninguna documentación vinculada.
Canicoba Corral había ordenado también incautar toda la información útil que hubiera en las oficinas de Merrill Lynch Sociedad de Bolsa, Merrill Lynch Argentina y Bank of America. Ayer fueron revisadas dos dependencias en la zona de Puerto Madero, pero
todo lo que se halló en las computadoras es información referida a personas de existencia ideal, no personas físicas.
Estaba previsto llevar a cabo otro allanamiento en el domicilio del técnico informático
Diego Lagomarsino, otro de los cotitulares de la cuenta de la cual Nisman era apoderado, pero no se pudo realizar porque
la dirección que figuraba en la orden judicial para autorizar el procedimiento era incorrecta. Al respecto, el abogado defensor de Lagomarsino,
Maximiliano Rusconi, consideró "desproporcionada" la medida, ya que el único imputado en la causa que investiga la muerte de Nisman "fue el que presentó la documentación referida a la cuenta".
El juzgado analiza otras posibles medidas y firmó la semana pasada exhortos para que Estados Unidos y Uruguay mandaran toda la información posible sobre cuentas, propiedades y movimientos patrimoniales de la madre y la hermana de Nisman y de Lagomarsino, trámites que podrían demorar semanas o meses.
