
"Si un candidato no presentara su declaración jurada, aparte de estar violentando las más mínimas reglas de moral y ética, se estaría metiendo en el problema de un delito por incumplir la Ley de Ética Pública, lo que acarrea consecuencias de carácter ético y penal", indicó Massoni la agencia Télam.
El especialista explicó que "el sistema de declaraciones juradas es una derivación de la aplicación de la Ley de Ética", y que si bien "una condena ética" surge de la sociedad ante "alguien que está escondiendo y no quiere mostrar lo que tiene", la norma contempla "penas previstas en el Código Penal".
Las 3 consecuencias posibles
Condena penal: "Un candidato a presidente que no presenta la declaración jurada es pasible de ser denunciado ante la justicia penal, de ser condenado hasta a dos años de prisión en suspenso y de no asumir el cargo. Así de sencillo es", puntualizó el ex titular de la Oficina Anticorrupción, que estuvo en ese lugar entre 1999 y 2002, bajo la presidencia de Fernando de la Rúa y el interinato de Eduardo Duhalde.
Pena Subsidiaria: "Pero el problema no es la prisión con la que amenaza al incumplidor de la presentación de las declaraciones juradas, sino la pena llamada subsidiaria pero que en este caso es más importante, que es que le impide el ejercicio de cargos públicos al que no presenta las declaraciones juradas", remarcó el especialista.
El mensaje que baja a la sociedad: El también autor del libro "La Justicia y sus secretos" indicó que el espíritu de la Ley de Ética Pública pretende que "el pueblo sepa que llegó a la presidencia alguien que cuenta con determinada cantidad de bienes, cuáles son, dónde están. Porque obviamente va a tener la situación de mejorar malamente su fortuna si así quisiera- Entonces si un candidato no presentara su declaración, aparte de estar violentando las más mínimas reglas de moral y ética, se estaría metiendo en el problema de un delito".