06.10.2015 / Entrevista exclusiva de PA

"Lanata no debería haber competido contra el debate, se supone que quiere un cambio"

El secretario de redacción del diario La Nación, Pablo Sirvén, criticó al conductor de Periodismo para Todos por haber realizado este domingo su programa mientras se desarrollaba el evento en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Sin embargo, afirmó que "el debate no mueve demasiado el amperímetro de las elecciones" y opinó que Daniel Scioli "sabe que no le entra ninguna bala" pese a su ausencia.

por Martín Waisman




En exclusiva con Política Argentina, el secretario de redacción del diario La Nación, Pablo Sirvén, cuestionó al periodista Jorge Lanata por haber conducido este domingo Periodismo para Todos en lugar de transmitir el debate presidencial, que se desarrolló en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Si bien destacó el desempeño de Mauricio Macri y Margarita Stolbizer, admitió que "no mueve demasiado el amperímetro de las elecciones" y opinó Daniel Scioli "sabe que no le entra ninguna bala" pese a su ausencia.
 
- Este domingo se realizó el primer debate presidencial de la historia, ¿qué análisis hace?

    - Me parece sumamente positivo pero es una vergüenza porque es bastante tarde para la historia argentina. Han pasado 32 años de la recuperación de la democracia y recién ahora se hace un debate presidencial, cuando la mayoría de los países del mundo desarrollado los tiene. Es una pena de que no haya sido un debate presidencial completo. Tenía una sensación de que (Daniel) Scioli no es un tipo agresivo y me pareció de gran agresividad no haber ido. Este debería ser el punto inicial para que haya una cultura del debate, que aprendan al disenso y que está buenísimo que podamos charlar.

    - ¿Le sorprendió su ausencia?

    - Con sus matices ideológicos, los candidatos tienen una personalidad muy llana, del diálogo y la conversación. Viendo el debate me pregunto más por qué no fue, había triple red para que no pasara nada y si hay alguien que sabe que no le entra ninguna bala es Scioli.
 
  - Sin embargo, desde el Gobierno sostuvieron que no estaban dadas las condiciones ante la falta de legislación...

    - Había un libreto de temas para seguir que seguramente le iban a dar como le dieron a (Mauricio) Macri y (Sergio) Massa. Se bancó los 12 años del kirchnerismo  que le han dado para que tenga y con gran resiliencia llegó hasta acá. ¿Qué puede hacerle dos horas de televisión?

    - ¿Quién ganó y quién perdió con el debate?

    - Los candidatos estuvieron bien. Me parece que la más segura fue Margarita (Stolbizer), Massa se ha desacelerado mucho, Macri me pareció muy concreto en sus propuestas, (Nicolás) Del Caño llevó toda su impronta ideológica, y (Adolfo) Rodríguez Saá estuvo un poco trémulo frente a los otros, con un poco más de delay. El formato me parece muy rígido y te da pocas posibilidades, en una eventual segunda vuelta un cara a cara sería mejor. Sugeriría para las próximas veces que los candidatos contestan medidas concretas y cómo lo harían. 

    - ¿En qué medida podría incidir en el resultado electoral?

    - A Scioli no lo perjudicó ni las inundaciones ni el viaje a Italia que fue tan criticado. Es una cosa que lo perjudica más en la clase media, media-alta que una gran parte quizás no lo vaya a votar. No te mueve demasiado el amperímetro pero a los candidatos que tienen menos presupuesto como Stolbizer y Del Caño les hace muy bien porque por ahí la gente quizás que no los conoce. 

    - El debate sólo fue transmitido por un sólo canal de aire: América ¿Por qué no lo hicieron los otros canales de aire?

  - Serán sciolistas, no sé. Es imperdonable. Canal 13 puso a (Marcelo) Bonelli como moderador entonces jugaron muy oportunistas al poner un pie en un lugar y otro afuera. Quedó muy mezquino y mucho más compitiendo (Jorge) Lanata contra eso. Lo del fútbol de Canal 7 es vergonzoso y lo entendemos porque está dentro del juego del Gobierno pero se supone que Lanata quiere un cambio entonces no debería haberse puesto enfrente.

    - ¿Qué le parecieron los moderadores?

    - Sabiendo que tienen sus programas, no era un momento para lucirse. La verdad que no correspondía y era raro. En un bloque parecía que veías TN, en otro Teléfe y el otro América. Debieron ser más neutrales. 



  -Desde los grandes medios se buscó instalar que existe una grieta donde el que el periodista que critica al Gobierno es independiente y el que reivindica algunas medidas está pago y es obsecuente. ¿Es posible posicionarse en el medio?

    -Periodismo independiente de laboratorio nunca existió. Durante muchas décadas ese tipo de periodismo aparentemente objetivo funcionó pero no somos objetivos. En la medida en que cada vez hay más oferta mediática, un periodismo muy aséptico no se distingue. Cada vez hay un punto de vista más jugado, al cual este gobierno ha forzado mucho más porque propuso una pelea de la que es difícil salirse. El diario Crítica fue una interesante experiencia que estaba entre medio de Clarín y Página 12 pero no sé si en este momento, donde la gente está más jugada, hay lugar para las medias tintas. Esto es un triunfo del Gobierno porque finalmente su profecía fue autocumplida: todos estamos en alguna parte. 
 
  - ¿Cree que Scioli puede tener una relación con los grupos mediáticos diferente a la que tiene Cristina Kirchner?
 
  - Aunque gane el Frente para la Victoria será otra manera de ser. Creo que va a ser más tipo (Carlos Saúl) Menem, que también tuvo sus enfrentamientos con la prensa pero con un tono mucho más cordial. Con cualquiera de los que gane se termina la aspereza continua.

  - En caso de asumir como Presidente, ¿piensa que Scioli mantendría 678?
 
  - Tengo dudas de que pueda venir un 678 con fe, con esperanza, con optimismo. Sería como traicionar el estilo. Si fuera (Diego) Gvirtz, daría vuelta la página y pensaría otro formato, y que quede 678 en la leyenda.
 
  - ¿Cuánto de mito o de realidad es que Clarín y La Nación se ponen de acuerdo con la noticia principal de tapa de sus diarios?

    - Absolutamente para nada, son altamente competitivos entre sí. En todas las reuniones de tapa de La Nación se compara qué nos faltó o qué hicimos mejor. La Nación es un diario claramente crítico al Gobierno pero comparando con Clarín tiene sus diferencias. A La Nación le dicen que es un diario sciolista porque pensarán que hay que salir a reventarlo y no se ha dado de esa manera. Cuando hay títulos parecidos es porque está cerrado por periodistas con formas de mirar las cosas de una manera parecida. Los dueños no están en la cocina, se van temprano y las tapas se cierran a las 11 de la noche. 

    - En el último tiempo la revista Noticias publicó algunas tapas con imágenes de Cristina y Máximo Kirchner que generaron polémica. ¿Cuál es el límite del periodismo?
 
  - No me gusta mucho el tema del photoshop y mucho menos su abuso. Me parece que es contraproducente porque se daña más al medio.Noticias es como un nene travieso, toca el timbre y sale corriendo y produce esa situación. Son tapas que a mí no me gustan pero no me parece una falta de respeto porque la revista tiene más licencias que el diario, es más lúdica, más ficción, más atrevida. En los '90, cuando trabajaba ahí, también buscaba un poco la incorrección así que está siguiendo una línea.

  - ¿Cómo influirán en las elecciones las denuncias por corrupción que salpicaron tanto a funcionarios del Gobierno como del PRO?

    -El tema de corrupción en el kirchnerismo viene hace mucho tiempo y no le hace mucha mella porque tiene que ver con el buen o mal humor socioeconómico de la gente. En la medida en que las cosas no andan bien de bolsillo entonces empieza a molestar  la corrupción sino la gente mira para otro lado. Aunque sean menores, al macrismo las causas de corrupción le hacen daño porque se supone que debería dar el ejemplo. No fueron muy buenas las explicaciones entonces creo que molesta.

  - Hasta Clarín y La Nación fueron muy críticos con Niembro y el PRO por las contrataciones irregulares de la Ciudad...

  - Así como muchas veces se decía que las tapas de Clarín volteaban gobiernos, creo que la editorial de La Nación de Niembro hizo que renunciara. Ya venía muy golpeado pero quizás fue la gota que rebalsó el vaso.
   
- En su libro Converso fue muy crítico con Víctor Hugo Morales, ¿cómo definirías al periodista uruguayo?
    - Fue el primero que hizo ese cambio fuerte de vereda. En muchas cosas lo convencía este gobierno, primeramente porque iba contra Clarín. Y después medidas muy socialistas de estatismos, AFJP, Aerolíneas, Fútbol Para Todos hicieron que gustoso se  pasara. Fue un poco por convicción y otro poco porque su rol de relator de fútbol perdió peso. La radio se fue cayendo por la televisión y él se reinventó como relator de este momento aún con los riesgos que significara.

    - ¿Y qué opinión te merece Lanata?
  - Lanata siempre es un contracíclico, nada contra la corriente. Muchos lo vieron como una conversión pero es menos converso que Víctor Hugo, que es un soldado olfa todos los días con el Gobierno. Yo lo he escuchado hablar de cosas de Papel Prensa y del Grupo Clarín, y decir públicamente que es una alianza de conveniencia que no es para siempre. Habrá que ver qué pasa con un nuevo gobierno.
 

Fotografía: Agustina Jaurena