10.08.2016 / Aseguran que es para mayor rentabilidad de empresas

Glifosato a diez metros de las casas

Un proyecto de ley que ya tiene media sanción en el Senado bonaerense permite el uso del herbicida más cerca de lo permitido. Desde organizaciones sociales, asambleas de pueblos y representantes de diferentes fracciones políticas denuncian la inconstitucionalidad y peligrosidad.

por Giuliana Fernández




La Cámara de Senadores de Buenos Aires dio media sanción a un proyecto de ley que permite fumigar con glifosato hasta sólo diez metros de las viviendas, por lo que se reduce al mínimo las distancias de utilización de agroquímicos, no se toman en cuentan fallos judiciales y no se basa en ninguna evidencia científica para establecer las distancias. La normativa fue impulsada por el senador Alfonso Coll Areco (del bloque Peronismo Bonaerense y presidente de la Comisión de Ambiente).

En este marco, en diálogo exclusivo con Política Argentina, el senador por el Frente para la Victoria (FpV), Gervasio Bozzano, explicó que “los puntos más complejos son los límites que fija al uso de los agroquímicos”.

“Son límites peligrosos, la corte suprema viene hablando de un principio precautorio donde cuando hay cosas que no están muy definidas sobre la peligrosidad tiene que haber un principio precautorio en favor del medio ambiente y de la vida humana. Cuando se establece un límite a 10 metros para determinado agroquímico, creo que no se cumple para nada”, expresó. Además señaló que es una copia de la legislación cordobesa que ya es muy cuestionada.

En la misma línea, el diputado Guillermo Kane, del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, en diálogo con Política Argentina, indicó que “la regulación que establece para la utilización de agroquímicos representa una mayor exposición de las poblaciones cercanas a las grandes explotaciones”.

“En todos los incisos que fijan las distancias respecto de las zonas de exclusión y de las zonas de amortiguación, las mismas son escasas. Lo mismo sucede con los límites establecidos para las áreas cercanas a establecimientos educativos rurales y los cursos de agua. Se trata de un esquema regresivo respecto del fallo de 2012 de la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Buenos Aires”, añadió.

En este marco, según indican en Página 12, organizaciones sociales y asambleas de pueblos fumigados denuncian la inconstitucionalidad del proyecto. Además señalan que el gobierno provincial privilegió a las empresas del sector, nucleadas en la Asociación de Productores de Siembra Directa (Aapresid) y la Cámara de empresas de agroquímicos (Casafe) por sobre la población.

Entre los productos que podrán fumigarse hasta pasos de las viviendas están el herbicida glifosato (categorizado por el IARC como “probable cancerígeno”, ubicado en el segundo escalón de peligrosidad en una escala de 1 a 5), atrazina (su principal comercializadora es la multinacional Syngenta), clorpirifos y el también cuestionado herbicida 2,4-D.

Por su parte Gabriel Arisnabarreta, ingeniero agrónomo, productor de alimentos sin venenos e integrante de la organización Ecos de Saladillo, indicó: “Es un proyecto que desconoce absolutamente las denuncias y enfermedades que se dan en todo el país respecto a las fumigaciones y también ignora las evidencias científicas y legales que acreditan la necesidad de proteger al ambiente y a la salud de la población. No existe argumento ni técnico ni científico que justifique esta ley”.

Arisnabarreta afirmó que lo único que privilegia este proyecto en la “búsqueda de mayor rentabilidad” de empresas.

El Senasa clasifica los químicos en cinco categorías: IA (sumamente peligroso, muy tóxico, banda roja), IB (sumamente peligroso, tóxico, banda roja), II (moderadamente peligroso, banda amarilla), III (poco peligroso, banda azul) y IV (normalmente no ofrece peligro, banda verde).

Sin embargo esta clasificación es muy cuestionada desde organizaciones nacionales e internacionales porque está realizada en base a estudios de las propias empresas que comercializan los venenos y porque solo considera la toxicidad aguda (producida en el momento de la manipulación) y deja de lado la afectación crónica (por largos periodos de tiempos, por ejemplo no contempla a las familias expuestas a continuas fumigaciones, donde los químicos son más nocivos).

El proyecto de ley con media sanción en el Senado bonaerense, impulsado por el senador Coll Areco fija distancias de 500 metros para fumigaciones aéreas y reduce a 100 metros para productos de clase IA, IB y II).

En este marco Bozzano indicó que Call Areco es el tercer año que es presidente de la Comisión de Ambiente del Senado y los años anterior había presentado el proyecto pero no lo había podido tratar porque estaban en “desacuerdo” con los puntos principales. “Este año nuevamente siendo presidente de la comisión no lo pone a discusión, que es el lugar donde debería discutirse y en un acuerdo con Cambiemos, lo saca sobre tablas”, añadió.

Por otro lado el senador por el FpV hizo mención al actual ministro de Agroindustria, Leonardo Sarquís y sostuvo: “Estamos hablando de un ministro que viene de Monsanto, que dijo que iba a mandar un proyecto para tratar el tema de agroquímicos y me parece que encuentra un atajo con un proyecto que está hecho a su medida con un legislador de otro sector”.

A la pregunta respecto a cuáles pueden ser los intereses de Call Areco para impulsar este proyecto Bozzano sostiene: “Habría que preguntarle a él. Lo que sí puedo decir es que al ministro Sarquis le viene muy bien”. En igual sentido Kane expresó que “esta ley es a medida del gran capital agrario y no de la protección de los bonaerenses y del medio ambiente”.

Histórico: primer juicio por homicidio con agrotóxicos

El Tribunal Oral Penal de la ciudad de Goya confirmó que el juicio por el homicidio con agrotóxicos, por intoxicación con el insecticida Endosulfan, el primero de su tipo en el país, abierto ante el deceso del niño Santiago Nicolás Arévalo en 2011, se desarrollará en su despacho entre el 21 y 25 de septiembre de este año.

Según indican desde AnRed, Santiago Nicolás Arévalo tenía 4 de años y falleció en el hospital Pediátrico “Juan Pablo II” a donde llegó en gravísimo estado derivado desde el Hospital zonal de Goya por fuertes dolores en todo el cuerpo y vómitos.

Nicolás presentó un cuadro de intoxicación que habría sido provocado por el uso indebido de un plaguicida altamente peligroso en una chacra ubicada en el Paraje Puerto Viejo. La autopsia determinó que la causa de la muerte fue por intoxicación con el insecticida Endosulfan, que fu absorbido a través de la piel de sus pies y por inhalación. Falleció el 4 de abril de 2011.