09.11.2016 / SACUDIÓ A LOS MERCADOS FINANCIEROS

Sorpresa mundial: el magnate Donald Trump, nuevo presidente de Estados Unidos

Sin haber ocupado nunca antes un cargo público, el republicano venció a la demócrata Hillary Clinton. Ni el rechazo de su propio partido y del establishment, ni los escándalos por sus expresiones xenófobas y misóginas frenaron la llegada a la Casa Blanca del empresario inmobiliario.




La mayor economía del planeta quedó en manos del republicano Donald Trump, el empresario conocido por sus expresiones xenófobas y misóginas que nunca antes ocupó un cargo público. Tras una reñida elección, venció a la demócrata Hillary Clinton y se convirtió en el nuevo presidente de los Estados Unidos. Un resultado que causó sorpresa y preocupación en el mundo entero.

El triunfo del republicano –quien durante la madrugada recibió el llamado de su rival, reconociendo la derrota- ya sacudió a los mercados financieros y dejó en shock al establishment estadounidense. Además, el partido vencedor tendrá un amplio margen de poder ya que retuvo el control de ambas cámaras en el Congreso.

Se trató de una elección reñida y hostil, que deja a los Estados Unidos con una profunda grieta. Trump obtenía el 47,8% de los sufragios -algo más de 58 millones de votos-, contra un 47,4% para Clinton. En el Colegio Electoral, el órgano que elige al presidente, Trump obtenía 279 votos, nueve más de la mayoría de 270 necesarios para llegar a la Casa Blanca.

Trump se impuso sobre todo en los estados del centro rural y el sur del país y en la región que más sufrió el éxodo de fábricas y la pérdida de empleos por los avances tecnológicos, algo que va en línea con el discurso anti-globalización del magnate, que preocupa fronteras afuera de su país. "Los hombres y mujeres olvidados de este país no volverán a ser olvidados", prometió Trump, en su discurso de victoria, apelando a un sector de trabajadores blancos no profesionales, donde cautivó más votos.

El empresario inmobiliario, sin antecedentes en la política, ganó pese a los exabruptos e insultos que profirió durante la campaña, a las denuncias de acoso sexual en su contra y a sus polémicas declaraciones de tono xenófobo, racista y nacionalista, que hasta motivaron rechazo del propio Partido Republicano, críticas explícitas en la prensa y de gran parte del "establishment" político y económico.