Tras la
aprobación del paquete de leyes de "Defensa del Consumidor", los datos salientes hablan de un revuelo interno en las filas del massismo, cuyo referente no logra trazar una estrategia legislativa común en las filas de su Frente.
La primer referencia ocurrió en horas del mediodía del miércoles, cuando desde el PJ disidente se conocía la presencia de diputados opositores (del espacio de De la Sota y de Adolfo Rodriguez Saa) bajaron al recinto para brindar quórum. En total, el kirchnerismo contó con nueve diputados opositores: 5 de Compromiso Federal (Rodríguez Saá); 2 delasotistas, Carlos Caserio y Blanca Rossi; Omar Plaini, (aliado de Daniel Scioli) y Ramona Pucheta (exaliada de Raúl Castells).
Las negociaciones con los puntanos habrían girado en torno a la creación de la Universidad de Comechingones, que Rodriguez Saa busca instalar en Merlo, San Luis.
El bloque moyanista (Cultura, Educación y Trabajo) que compartían Plaini y Facundo Moyano también mostró fisuras, con el 'canillita' votando a favor, y el hijo del camionero y titular de los trabajadores de peajes, siguiendo la linea massista.
De los tres proyectos, el que más adhesiones juntó en la oposición fue el de la creación de un fuero específico para los consumidores (202 votos a favor y 36 en contra).
En el cierre del debate, la presidenta del bloque oficialista, Juliana Di Tullio aseguró que la Argentina necesita "un Estado fuerte para generar mas derechos a nuestro pueblo frente a las posiciones dominantes para tener una relación más equitativa entre producción y consumo". "La verdad es que si la oposición fuera gobierno no utilizaría" estas normas para defender y ampliar derechos de los consumidores, aseveró, al tiempo que remarcó “esta vez no me duele que la oposición esté en contra, porque están donde mejor se sienten, del lado de los poderosos”.
Desde la oposición, el presidente del bloque radical, Mario Negri, afirmó que a la Ley de Abastecimiento "la edulcoraron un poco, sacaron la pena de prisión, pero sigue siendo la vieja Ley”, que “es absolutamente inconstitucional y busca discrecionalidad, pensando que generando temor se puede generar disciplina”.
Desde el massismo, y en representación del sector empresario, Ignacio De Mendiguren se definió como "desarrollista", al fundamentar su rechazo al proyecto de reforma de Ley de Abastecimiento y a la creación del Observatorio de Precios, consideró que el Estado "tiene que estar presente pero esa presencia tiene que ser justa, clara y transparente".
Desde el PRO, Federico Pinedo, titular de la bancada, dijo que “es la Constitución la que establece que quienes aplican sanciones son los jueces penales, no los funcionarios del Poder Ejecutivo” y que “el gobierno propone poner unos señores de la Secretaría de Comercio a controlar los costos de cada transacción que se hace en Argentina”.
La nota de color, sin embargo, la dio el Diputado Nacional (FPV), Martín Insaurralde, quien aportó al número que necesitaba el oficialismo para votar y además, pasadas las 2 de la mañana, votó favorablemente la ley de Abastecimiento, junto al kirchnerismo y alejado del Frente Renovador, agrupación a la se especulaba podía saltar antes de las elecciones de 2015.
La nueva ley de abastecimiento faculta al Estado a “establecer, para cualquier etapa del proceso económico, márgenes de utilidad, precios de referencia, niveles máximos y mínimos de precios ”, prevé sanciones hasta la clausura, y la incautación y venta de bienes. En el Senado el kirchnerismo excluyó a las pymes, entre otras modificaciones, aunque no consiguió apoyos fuera de los propios y aliados. En Diputados, para alcanzar mayoría confiaban en sumar al moyanista Omar Plaini y a la piquetera Ramona Pucheta, quienes aportaron al quórum junto a cinco adolfistas y dos delasotistas.
Las más encendidas del Frente Renovador las esgrimió Graciela Camaño, quien se preguntó: “¿Ahora se acuerdan de que existe el abastecimiento? No nos vengan con el cuento de que defendemos la concentración económica, cuando otorgaron subsidios inexplicables."
