Tras una sesión maratónica que se extendió por alrededor de 12 horas, la Cámara de Diputados aprobó y giró al Senado el proyecto de ley de Presupuesto 2017.
La iniciativa tuvo 177 votos a favor –más de dos tercios del cuerpo-, 58 en contra y 4 abstenciones. Además del oficialismo y sus aliados, respaldaron la medida el Bloque Justicialista, el Frente Renovador, parte del Frente Amplio Progresista (FAP) y una docena de legisladores del Frente para la Victoria (FPV). La mayoría del kirchnerismo y los bloques de izquierda votaron en contra.
La implementación del presupuesto tendrá limitaciones para poder ser reformulado, ya que se votó una reforma del artículo 37 para acotar los superpoderes que permiten cambiar el destino de los recursos presupuestarios: se acotó esta atribución a un 7,5% del gasto.
El Presupuesto aprobado en la Cámara baja prevé una pauta de crecimiento de la economía del 3,5% para el año próximo, un importante plan de obras públicas y destinar más del 60% de los recursos a gastos sociales.
Entre quienes votaron en contra, como Héctor Recalde, se cuestionó que se trata de un presupuesto “de ajuste y endeudamiento”, con recortes especialmente fuertes en áreas de
Derechos Humanos y
Ciencia y Tecnología, tal como alertaron en las últimas semanas referentes de ambos sectores.
Concretamente, no se incluyeron los $850 millones extra para las universidades reclamados por el bloque radical, lo que provocó un reproche público del presidente de la Comisión de Educación, José Riccardo. Otro de los puntos que estuvo en discusión, pero al final no fue incluido, fue la partida de $100 millones para las dietas del Parlasur, lo que también generó críticas del presidente del bloque del FpV.
El presupuesto contempla un crecimiento del PBI de 3,5%; una pauta inflacionaria del 17%; un dólar a 18 pesos; un déficit fiscal del 4,2% y una deuda estimada en $247.000 millones, con un gasto global de 2.363.619.870.574 pesos. Uno de los cambios sustanciales es la incorporación de una suma adicional de $ 5.000 millones en el Fondo sojero, que se distribuirá de acuerdo a los índices de coparticipación y tendrá el requisito de que se utilicen para obras de infraestructura. Otro agregado puntual, y que forma parte del acuerdo con los gobernadores fue destinar $ 8.000 millones para distribuir en forma automática a las provincias que conservan las cajas previsionales, para cubrir el déficit que generan.
"Somos conscientes que tenemos que ser cuidadosos con el nivel de endeudamiento y con el déficit fiscal, por eso prevemos este año bajar del 4,7% al 4,2%", dijo el presidente del interbloque Cambiemos, Mario Negri, tras elogiar que se haya alcanzado un consenso para la aprobación.
