17.11.2017 / CIFRAS PREOCUPANTES

Uno de cada diez chicos de entre 5 y 15 años trabaja en Argentina

El ministerio de Trabajo presentó los resultados de la Encuesta de Actividades de Niñas, Niños y Adolescentes (Eanna) 2017 en la IV Conferencia Mundial sobre Erradicación Sostenida de Trabajo Infantil, de la que participaron delegaciones de cien países.



El ministerio de Trabajo los resultados de la Encuesta de Actividades de Niñas, Niños y Adolescentes (Eanna) 2017 en la IV Conferencia Mundial sobre Erradicación Sostenida de Trabajo Infantil, de la que participaron delegaciones de cien países. Según el documento, hubo una disminución de entre el 40 y 50 por ciento entre 2004 y 2017. 

El informe mostró que en el país 715.484 niños y adolescentes de hasta 15 años trabajan, ya sea para producir para el mercado (3,7 por ciento), el autoconsumo (2,8 por ciento) o en labores domésticas intensivas (4,3 por ciento) como cuidado, limpieza o preparación de alimentos. Además, casi 90.500 de estos chicos trabajan en más de una de estas esferas, y 12.000 lo hacen en las tres al mismo tiempo.

El estudio realizado por el Indec y el Ministerio de Trabajo, muestra que Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones son provincias que más padecen este flagelo: trabaja el 25,8 en el área rural y el 7,2 por ciento en zonas urbanas. El trabajo infantil para el mercado es realizado entre un 63 y un 72 por ciento por varones (según se trate de la ciudad o el campo), masculinización que es aún más pronunciada en el caso de la producción para el autoconsumo (del 64 al 83 por ciento); mientras que la tarea doméstica intensiva recae sobre todo en las mujeres (entre el 55 y el 59 por ciento).

En cuanto al tiempo que a los niños les insume trabajar, el 41 por ciento le dedica de 3 a 10 horas semanales, el 28,2 por ciento de 1 a 3 horas, el 23,5 entre 10 y 36 horas y el 7,2 por ciento emplea en trabajar 36 horas o más, una proporción que se mantiene en el área rural. Además, La no escolarización se quintuplica entre los niños y adolescentes que trabajan en relación con los que no, tanto en el campo como en la ciudad, y la cantidad de chicos que repitieron un año se duplica también entre los primeros.